5ta Carta.

125 18 1
                                    

Papá,

Esto es raro, principalmente porque hace mucho que no hablamos (si es que a esto se le puede llamar hablar).

¿Recuerdas lo que dijiste cuando te fuiste? Siempre estoy ahí aunque no puedas verme. Me aferré a esas palabras como no tienes idea, fueron la esperanza y la certeza de que estarías conmigo siempre, de que si te necesitaba estarías ahí para mí, de que serías mi lugar seguro, estuviéramos donde estuviéramos; en los últimos años eso era mi salvavidas.

Cuando nos dijiste que estabas saliendo con alguien estaba feliz por ti, mamá también estaba saliendo con alguien así que también tenías derecho a rehacer tu vida. Luego vinieron los gemelos, ahí todo se fue en picada; lo que inicialmente eran dos llamadas por semanas fueron reduciéndose a una, luego a una por mes, después solo llamabas en fechas específicas hasta que hace un año y medio dejaste de llamar.

Me dije que estabas muy ocupado con tu nuevo trabajo y por eso no llamaste en el cumpleaños de Anne, me dije que los gemelos te agotaban cuando tampoco lo hiciste en navidad y me dije por el cambio horario se te había pasado en año nuevo; pero en mi cumpleaños, espere a las doce que me llamaras, según la zona horaria te quedaba perfecto para que fueras la primero persona que me felicitara, pero cuando no lo hiciste volví a excusarte, dije que era muy temprano; no llamaste, ni ese día, ni el siguiente, ni en toda la semana, lo olvidaste.

Entonces tomé una estúpida decisión, creí que si me convertía en una mini versión de ti volverías a tomarme en cuenta, volverías a quererme en tu vida. Dedique día y noche todo mi esfuerzo en estudiar para la prueba de admisión, estudiaría en la misma carrera en la misma universidad, quizás así estarías orgulloso de mi y no te volverías a ir. Cuan equivocada estaba, porque luego las dudas me generaron inseguridades y descubrí que no hacía nada de eso porque me gustara, lo hacía para tener algo de vuelta que ya no me pertenecía.

Así que te solté, te fui soltando poco a poco y cada vez dolía más, pero te dejé ir tal cual lo hiciste tú. No te escribo todo esto para hacerte sentir mal, lo hago porque lo necesito, necesito que sepas que a pesar de todo, lo bueno y lo malo, nunca dejé de quererte y nunca dejaré de hacerlo; pero te dejo ir porque es lo que yo necesito. Lamento haberme dado cuenta tan tarde y espero que seas feliz como nunca.

Quisiera decir que lo siento, pero mentiría, así que.

Que te jodan, Jason Matthews. 

Con amor, 

Lucía.

Con Amor, Lucía. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora