Capítulo 27

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02 de septiembre.

Dos semanas después de desaparecer.

Tal como lo había dicho la detective Smith, la sra. Cox usó todo su influencia para adelantar el juicio y que este fuera a puerta cerrada.

Todos esperaban ansiosos en la casa de los Stevens a que el detective llegara con el resultado del veredicto, diez minutos después tres golpes en la puerta anunciaron la llegada. 

—¿Cuál es el veredicto? —preguntó Susan cuando Miller estuvo frente a ellos.

—Susan —comentó a forma de saludo—, por encubrimiento de un crimen la srta. Cox estará en la correccional seis meses.

—¿Y Chris? —preguntó en un susurro Anne.

—El sr. Morrison fue declarado culpable por los cargos de agresión física y homicidio involuntario, la sentencia fue de ocho años de prisión, con posibilidad de libertad condicional.

—¿Eso es todo? —preguntó Susan.

—Pese a no tender evidencia que compruebe que Chris estaba involucrado el confesó y en ningún momento se retractó de su confesión.

—¿Qué pasará ahora? —preguntó Anne.

—Ahora viene la parte más difícil de todas —suspiró—, deben aprender a continuar con sus vidas y no sentirse culpables por ello.

Tras decirlo se marchó, no tenía nada más que hacer en esa casa, su trabajo había terminado.

06 de septiembre.

Tres semanas después de desaparecer.

Joe y Morgan colocaban las últimas cajas en el maletero del auto del primero, Anne y Mía ayudaban a Sue a ordenar los bolsos en los asientos traseros. Sue y Joe se mudaban al campus, el periodo escolar había comenzado una semana antes pero ellos no quisieron irse sin saber que todo estuviera resuelto, no fue hasta que lo señores Stevens hablaron con ellos y les hicieron saber que no los culpaban por seguir adelante, a su ritmo, todos regresarían a la normalidad.

—Eso es todo —murmuró Anne, cerrando la puerta del auto—, no puedo creer que esto esté pasando.

—No te pongas sentimental ahora —pidió Sue rodeandola con un brazo—, estaremos a una hora de distancia, puedes ir cuando quieras y nosotros prometemos venir tanto se nos sea posible.

—Además, Nicols se quedará —le recordó.

—¿Se supone que eso debe animarme?

—Te estoy escuchando —dijo Morgan.

—Oye Sue, creo que alguien te busca —comentó Mía mirando detrás de su amiga, Sue se alejó para tener privacidad.

—Aún no puedo creer que estén saliendo —murmuró Anne, observando cómo Mike abrazaba a Sue.

—Sorpresa, sorpresa, no es —respondió Mía—, Anne, creo que olvidé un bolso dentro, ¿Me acompañas? —no espero respuesta cuando ya estaba arrastrando a Anne.

Los chicos se quedaron en silencio, sabían que era una especie de intervención por parte de Mía, pero ninguno de atrevía a ser el primero en disculparse con el otro.

—Lo siento —dijo Morgan—, no debí señalarte de esa manera, es solo que estaba tan desesperado porque Lu volviera que...

—Señalaste a la primera persona que se te cruzó —completó por él, yo también lo siento, debí decirles que había estado en la casa del árbol, es solo que cuando ella no apareció sentí que no era necesario.

Con Amor, Lucía. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora