Día 3. Inspirado en canción.

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Hola, el día de hoy a falta de tiempo e inspiración voy a reciclar un one shot que no fue tan popular.

Explicitud.

Canción, infieles aventura.

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La luz del viejo anuncio del callejón tintineaba como todas las noches.
La noche parecía más oscura y más cómplice que nunca, a las en punto de las ocho de la noche ellos llegaron en el auto del más mayor.

Aparcaron donde siempre, y el deseo en ellos empañaba los vidrios de aquel vehículo. Desde el momento en el que se vieron desearon poder estar en aquella habitación de aquel hotel que acallaba como un mudo el secreto que nadie más que ellos podían saber.

Ya se habían besado y tocado, pero no del modo que debería hacerse, no como ellos deseban saciarse con el contrario. Era más que una sola aventura, pero era más complejo con el pasar del tiempo.

Salieron del auto, no sin antes verificar que no hubiese nadie que pudiese verlos, el hecho de ser amantes y estar de incógnitos le daba a la situación un punto más a la excitación.

Entraron lo más rápido que pudieron y pidieron aquella, la mejor habitación para ellos, era lo que merecían, pensaba Tony, ya que después de una exhaustiva semana siempre lo ameritaban, tenían que amarse como dos bandidos.

El de la recepción, al cual Tony sobornaba para que no dijese una sola palabra, les sonrió y les otorgó la llave para su nido de amor y bajas pasiones.

Quizá él podía entenderlo, ¿Cuántos amores fallidos habían en esas habitaciones? Quizá ninguna, quizá solo eran ellos, pero pensar que no eran los únicos infieles era mejor, ya que no se sentían tan despreciables.

-Ábrala por favor -pidió Peter en suplica, porque ya no podía más, el olor que el mayor manaba era el más fuerte detonante hacia su locura.

Tony sin pensarlo lo abrió tan rápido como pudo, y cuando de un portazo cerró la misma, la cordura se fue al carajo.

Eran dos horas a la semana, por supuesto que tenía que actuar así.

Se abalanzó hacia Peter lo alzó y comenzó a besarlo sin mesura, sin ningún tipo de cuidado, haciéndolo suyo con sus obsenos labios a punta de besos.

Peter gozaba, le gustaba estar con Beck, pero estar con Tony era algo totalmente diferente.
Beck era el cielo y Tony el infierno y todos quieren ser malos de vez en cuando.

Tomaba los cabellos de Tony y los despeinaba sin ningún pudor, tocaba su espalda, su rostro y todo lo que estuviese en su alcance.
Ese hombre era suyo, ese hombre casado que por las noches compartía la cama con un atractivo rubio era completamente suyo en ese momento, le gustaba ser el bebé de papi porque obtenía mucha atención del mayor que lo volvía completamente loco dejándolo con los pies por los aires, literalmente, pues Tony lo tenía entre sus fuertes brazos.

Prontamente y aún con la ropa puesta, Peter comenzó a rozar su entrepierna con la de su amor prohibido.

-Desnudate lentamente -pidió Tony, quitándose él primero su saco y también lanzando sus zapatos lejos de su alcance.

Peter sonrió y le propinó un último beso al mayor. Peter estaba loco por Tony y aunque jamás se lo dijese estaba dispuesto a hacer todo por él, eso era peligroso, pero lo peligroso siempre era más excitante.

Starker Week 2022.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora