- mi-rda Flex! ANDAS DE PUTA NO?! LARGATE DE MI CASA!
- M-musik..
- VETE CARAJO!
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- ... todo está bien estoy acá para lo que necesites..
- g-gracias..
...
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—— ¡no corras de todas formas te atraparemos perra!
—— ¡p-por favor! —— aquel peli mostaza seguí corriendo sin fin alguno
(...)
Sus orejas eran jaladas brutalmente, mientras sentía aquellos golpes en su abdomen, piernas y brazos, podía sentir como sus huesos se hacían añicos como si de cristal se tratasen, sus nervios se activaron obligando a gritar de dolor, llorar, balbucear, amenazar, imaginar, etc.
Podía sentir un ojo morado al igual que la comisura de su labio sangrar, escupió sangre mientras seguí balbuceando, no sabía como se libraría de esa, apenas y había ido al centro comercial y terminó en aquella situación, sabia de que se trataba, pero, ahora no podía cumplir con lo que querían. Su respiración se corto por un rato podía sentir sus pulmones no reaccionar ante tal paliza, su estómago se revolvió, haciendo que tenga ganas de vomitar todo lo que había comido en aquel día.
Cerro los ojos por un momento, sintiendo como lo dejaban, escucho simples pero oportunas palabras.
—— está desmayado, reclamemos por lo que vinimos —— una risa, asustado abrió los ojos para tratarse de pararse, sus últimas fuerzas lo ayudaron para poder ponerse de pie
Aquella persecución fue suficiente para sentir sus piernas cansadas, había llegado en un lugar donde habían personas, las cuales solo dieron miradas de susto, palabras malas.
—— "pobre, debe estar loco"
—— "¿porque los jóvenes se comportan así?"
—— "debe ser una broma"
—— "la juventud de hoy en día"
—— "¿tendrá esquizofrenia?"
—— "cariño, aleja a los niños de ahí"
—— "llevatelos"
Aquellos comentarios le pusieron triste ya que, pensaba tener ayuda alguna, pero aquellos pensaban solo que se había drogado, o algo más. Busco entre su cuerpo, tenía un celular pero aquel puede estar dañado o alguna cosa peor, lo encontró en uno de sus bolsillos, la pantalla estaba rajada, pero al prenderlo aquel por suerte si servía, busco entre sus contactos, algún nombre conocido que lo ayude, su familia tenía ya problemas, no quería seguir siendo un peso, no tenía casi amigos, pero tenía a aquel Carlos.
Busco un lugar donde poder hacer la llamada, encontró una esquina, había oído decir a alguien que llamaria a algún guardia, se asusto pero su celular estaba en llamada.
(...)
Buscaba con la mirada aquella cabellera extrañamente celeste, las personas le seguían mirando mal, pero aquel solo quería salir bien y sin ningún guardia.
