₍₂₅₎ to talk

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V I E R N E S
04 . 09 . 15


Jungkook se detuvo frente a la puerta, mirándola por tantos segundos que suspiró seis o siete veces, todavía sin atreverse a tocar.

Estaba haciendo lo mismo de siempre, «otra vez más», y entonces se rio ante la idea.

Desde pequeño se había quedado mirando los hogares ajenos hasta que ya era demasiado, pero recién lo estaba notando. Quizá era una costumbre o algún tipo de necesidad. Quizá solo quería prepararse mentalmente para enfrentarse a las personas.

Suspiró nuevamente y se acercó, dejando tres pequeños golpecitos antes de que pudiera arrepentirse.

Todavía tenía la llave que Taehyung le había dado, pero no se atrevía a usarla cuando ni siquiera le había escrito un mensaje. Ya no estaban en vacaciones, después de todo.

Estaba a punto de tocar otra vez cuando la puerta se abrió, revelando al castaño que hizo que todo su cuerpo cosquilleara, moviéndose por sí solo.

Jungkook prácticamente saltó a sus brazos, rodeando su cuello como si no pudiera besarlo de otra forma. Quería más de él, quería todo de él. Quería amarlo hasta que ya no se sintiera tan necesitado, tan insaciable.

Lo soltó después del minuto más corto de su vida, observándolo como si fuera la deidad más divina del universo.

—Sé que nos vimos en la tarde, pero Sungjin no me dejó otra opción. —Fue la única explicación que dio, dejando caer su bolso incluso si la puerta seguía abierta.

—¿V-vienes a dormir? —Taehyung parecía fuera de sí, sus ojos ligeramente perdidos.

—Te dije que lo llamaras. —Habló una tercera voz. Una voz que conocía perfectamente.

Su primer instinto fue soltar a Taehyung, aunque ni siquiera entendía por qué. Yoongi sabía mejor que nadie lo que pasaba entre ellos, de seguro incluso sabía que ya eran novios oficialmente, ¿no?

Entonces, ¿por qué le dio vergüenza la situación? ¿Por qué sentía que no podía mirarlo a los ojos? ¿Por qué bajó la mirada aun si su maestro se veía feliz?

Era una farsa. Las emociones de Yoongi siempre eran una farsa.

—Profesor Min. —Fue lo poco que logró decir, haciendo una reverencia bastante desastrosa.

—Llegaste a buena hora, Jeon. Taehyung no dejaba de repetirme cuánto te extrañaba.

—Yoongi. —El castaño gruñó entre dientes, advirtiéndole que se callara mientras que el rubio solo sonreía.

—¿No es divertido? —continuó, acercándose al sofá para tomar un abrigo que se puso con calma, extendiendo la incertidumbre—. Apenas llevan dos días de novios y ya...

—Suficiente. —Taehyung cubrió su boca justo cuando pasaba a su lado, sosteniendo su nuca como si quisiera sacarle la cabeza—. Que seas mi mejor no significa que puedas hacer esto.

Jungkook simplemente sonrió, intentando ocultar su incomodidad.

—Te diré la verdad, Jeon. —Yoongi se liberó de las manos ajenas como si nada, dejándolas caer a su costado—. Taehyung nunca había estado así, tan profundamente enamorado de alguien.

—Jungkook no te preguntó. —El castaño de nuevo tomó su nuca, empujándolo más cerca de la puerta—. Fue un gusto verte, Min.

—Lo digo en serio, Jeon. —El rubio continuó con su discurso, mirándolo tan fijamente que Jungkook solo pudo asentir—. Una vez que Taehyungie cae...

Romper y corromper [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora