—Buenos días, Taehyung.
Lo que le faltaba. Lo único que podía hacer que su segunda semana de trabajo empeorara justo cuando estaba comenzando.
—¿Cómo has estado? —Jeon le sonrió desde la puerta de su salón, su maldito salón, dejándose caer en el marco con esa típica mirada de suficiencia.
Era tan molesto. Apenas había llegado al colegio hace unos minutos y ese idiota ya estaba burlándose de él.
—Profesor Kim —corrigió en seguida, soltando su propio celular para ver al muchacho—. Hasta dónde sé, sigo siendo su profesor.
El mocoso se rio, él solo se rio y entró a su sala, arrastrando los pies que en realidad intentaba levantar. Era como si estuviera cansado, tal vez un poco somnoliento, pero no por eso menos alerta.
—Creí que ya habíamos dejado las formalidades, Taehyung.
—Sigo siendo su profesor —repitió, alargando la pausa entre cada palabra.
—Y uno muy guapo, además.
Sin embargo, su alumno no se rendiría tan fácilmente, lo sabía, pero aun así lo miró de mala gana y suspiró, ladeando todo su cuerpo hacia él.
—¿Qué quieres ahora? —No pudo seguir conteniéndose, aunque al menos lo intentó. Que nadie diga que se dejó vencer a la primera.
—¿Por qué tan a la defensiva, profesor? ¿Tuvo una mala noche?
—No realmente.
—Me alegra, aunque de seguro habrías dormido mucho mejor conmigo, ¿no crees?
—No sigas —dijo, observándolo con tanta seriedad como pudo.
Fue un intento fallido. Otro más.
Era como si constantemente olvidara que su falsa seguridad no era nada comparada con la increíble perseverancia de Jeon.
—¿No vas a preguntarme cómo estuvo mi noche, Taehyung? La respuesta podría sorprenderte.
—No me interesa, en realidad.
—Auch. Eso dolió. —Puso las manos en su pecho y se quejó un poco más, avanzando trágicamente hacia él—. ¿Tus padres no te enseñaron modales, acaso?
Taehyung simplemente lo miró, fijo, su rostro casi en blanco.
Era difícil mantener esa expresión, pero tenía que hacerlo.
—¿No tienes alguna otra persona para molestar? Una clase a la que asistir, por ejemplo.
—Aún falta mucho para eso, Taehyung. Creo que somos los únicos tarados que llegan tan temprano al colegio.
—¿Quieres decir que mis problemas se arreglarían si llego un poco más tarde?
Jeon soltó una risita corta, aunque no por eso menos divertida. Esta vez no se trataba de sarcasmo.
—Creo que sí, aunque eso le quitaría toda la diversión a mi vida.
«Respira» pensó, enfocando toda su atención en el aire que entraba y salía de su cuerpo. «No dejes que te gane» se dijo después, intentando recordar que los lunes en la mañana todo era más estresante.
¿A qué idiota se le había ocurrido inventar los empleos?
—Dime una cosa, Jeon. —Fue lo primero que respondió, su voz un poco más suave que antes—. ¿Esta conversación llegará a algún lugar o solo quieres ver cuánto me demoro en explotar?
—¡Oh, oh! Esa me la sé, profesor. —Alzó la mano en el aire y rebotó, aunque nunca se levantó del suelo. Solo flexionó rodillas y tobillos—. Opción B: quiero ver cuánto se demora en explotar.
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Romper y corromper [SIN EDITAR]
Fanfiction{⁺₊·} Todos rompemos las reglas en algún momento, especialmente si se tiene un apuesto profesor para corromper. O en donde Jungkook es un estudiante incomprendido que ataca a la primera persona que se le cruza, devorando su boca como si no se tratar...