E l s a
— Disculpe mi reina pero el rey esta ocupado — Me dijo el guardia,no dije nada,Hans ahora era el rey y estaba ocupado la mayor parte del tiempo — tiempo que no compartíamos y que estaba bien — Aunque me encantaría hablar con alguien. Mire el lugar,el príncipe extranjero estaría de visita varios días y eso quería decir que Hans estaría aún más ocupado.
— Quiero verlo — Dije — Soy la reina.
— Déjeme decirle.
Entró al lugar,espere a que saliera;escuche que el príncipe trajo más que un regalo y quería saber que eran;salió después de un tiempo.
— ¿Qué paso,puedo entrar?.
— Sí.
Caminé,habían guardias como era de costumbre. El sonido de las risas de Hans y el otro noble se hacían cada vez más fuertes;las paredes de la estancia eran amplias y tapizadas con flores de color dorado brillante,los cuadros que estaban allí eran sin duda la nuestra de que eran una de las mejores monarquías del tiempo;dí una vuelta en una de las esquinas y llegue al lugar del gran balcón en donde la imagen del hombre que casi me mata apareció;su cabello rojo se movía con la brisa que entraba,sus ojos brillaban por la luz del sol,parecía ser sacado de algún libro de ficción,el príncipe que estaba ahí era muy diferente,su cabello negro brilloso como las piedras pulidas y sus ojos gatunos de color verde parecían dar cierta aura de extrañeza,rareza y peligro,peligro callado pero mortal como el veneno. Miré a ambos sonriendo.
Hans tocó el sillón repetitivas veces para indicarme que me sentará,así lo hice.
— Mi reina — Agregó él sonriendo — Lamentó que no te dejarán entrar;si lo deseas podemos despedirlo — Negué con la cabeza,no haría algo así por eso —;Quiero que conozcas al príncipe Adib de la dinastía Giray — El mencionado de puso de pie y accionó una reverencia —;Estás son sus concubinas — Señalo Hans a las mujeres que llevaban poca ropa y muchas joyas brillantes y únicas.
Concubinas,la palabra perfecta para una amante permitida. Ellas eran muy hermosas,eran de pieles terzas y de ojos de muchos colores,sus cabellos largos eran sedosos,estaban llenas de joyas y de telas muy finas y coloridas como si fuesen sacadas de una pintura.
— Ellos se quedarán,hoy darán un baile y quería que estuvieses conmigo — Me informó Hans;las risas de las mujeres fueron como una sensación extraña en mi pecho,ellas observaban a los hombres a su alrededor en tanto murmuraban riéndose;Hans no noto eso al contrario,se río con las palabras dadas por el príncipe.
— Hans,no me siento bien — Solté para hacer que él frunciera su ceño dudoso por lo dicho;en realidad,sentía cierta incomodidad y molestia por las acciones de esas mujeres pero quizás era por su vulgaridad — ¿Me necesitas para algo más? Quiero salir de aquí.
— Quédate aquí,quédate conmigo — Comentó para después mover su brazo izquierdo hacía mí,se colocó en mi hombro,sentí como la fuerza de su agarré me acercó,no trate de detenerme por que no tenía que hacerlo —;Ven,estarás mejor si te sientes segura — Tras eso,me acomode sobre parte de su pecho,sentí los nervios que detonaron en mí,no podía mentir,sentía vergüenza,me apoye y apenas y escuche los latidos de su corazón.
— Por eso no aceptó mí obsequio — Dijo el príncipe;Hans me miró,sus ojos brillaron al verme,entonces mí corazón latio más rápido,quería escaparse como yo quería hacerlo — Su reina es irremplazable — Asintió sin dejar de verme — Entiendo por que — La mano que estaba libre se acercó a mi mejilla,acarició mi piel que de seguro se erizo a su tacto;Hans debía mantener las apariencias,nadie podía saber por que nos casamos más que su familia,debía mostrar que estaba enamorado.
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ᴘʟᴇᴀsᴇ sᴀᴠᴇ ᴍᴇ
ФанфикElsa perdió todo o eso pensaba. -Puedes quedarte aquí. Solo nos tenemos el uno al otro.