Hans
Mi corazón latía de una forma anormal,en ese momento era extraño para mi,mi respiración era rápida e irregular,una presión se clavaba en mi pecho siendo como una daga de temor que me atravesaba totalmente,de mi boca quería escapar un grito desesperado y de hecho era normal,solo tenia seis años;era torpe y bastante cobarde,odiaba el momento en el que decidí dar un pie fuera del palacio solo,quizás si hubiese escuchado a Lars,todo esto sería diferente.
— Estoy seguro de que se fue por aquí — Escuche la voz de un hombre de cabello oscuro,su traje sucio y todas esas armas que portaba en su cintura me daban a conocer que era peligroso.
Luche por no romper en llanto desde mi escondite,allí di un paso hacía atrás,no debía ser visto;la cueva era bastante grande pero dudaba que ellos no fueran a buscar allí,de seguro no eran nada estúpidos.
“No todo en el reino es seguro,Hans,debes quedarte donde yo y nuestra madre podamos verte"
En ese tiempo solo era un niño mimado,pensaba que todo debía ser a mi modo y que era suficiente para enfrentar cualquier problema.
— En cuanto tengamos al sangre azul en nuestras manos,tendremos al rey y su nación a nuestros pies — Comento su compañero de espantosa cicatriz en el rostro. Conduje mi mirada a cada rincón tenue de la cueva,habían cientos de lugares donde podía no ser visto y quedarme en silencio como una criatura del bosque más pero eso solo alargaría lo inevitable,mis latidos continuaban siendo agitados,estaban llenos de temor y yo sostenía un nudo en la garganta,una sensación de impotencia y cobardía,odiaba y estaba harto de haber salido solo.
— Tu busca de este lado y yo del otro,si lo encuentras no le hagas daño,lo necesitamos sano y salvo por ahora — Ordenó a su segundo,susodicho no soltó palabra alguna y sin ningún problema,camino a cumplir el mandato de aquel que le había mandado.
“El peor enemigo de todo lo que podemos ser,es el miedo"
Después de que esas palabras se repitieran una y otra vez en mi cabeza,se fueron clavando como dagas que se sumergían lentamente sobre mi ser débil,desgarrando la insuficiente fibra de lo que soy mientras que un nudo de sensaciones me envolvían siendo como grandes cadenas que no me dejaban ni siquiera ser libre.
— No hay nada por este lar — Expreso el varón cicatrizado — Debió haber escapado.
— Lo dudo,no pudo ir muy lejos — Contesto a su acompañante,sabia que si era visto por ellos,no estaría a salvo y de nada me serviría gritar o forcejear con ellos,sin duda me sería como un juego de casería,en el que yo era la presa y ellos los cazadores.
— Sé que este sangre azul no esta muy lejos,quizás solo esta jugando a las escondidas — Escapó de sus labios,ante sus frías y despreciables palabras un escalofrío recorrió cada rincón de mi cuerpo,haciendo que me estremeciera,percibía aun más ganas de gritar en mi persona y aunque lo deseara no podía hacer nada más que darme fortaleza en mi soledad;si tan solo mi madre estuviera aquí.
— Te encontré.
Abrí mis ojos de golpe,mi pecho subía y bajaba a un ritmo anormal y desconocido,los latidos que daba mi corazón eran rápidos y alterados,sin pensarlo me senté abruptamente en la cama de sábanas abultadas de color azul intenso,mis manos inconscientemente apretaban la manta azulada con fuerza,mi respiración era agitada y veloz;era lo normal que debía pasarme después de aquel mal sueño,¿desde cuándo no me atormentaba con sus recuerdos? No viene a mi memoria la vez en la que pude estar por lo menos un día sin pensar en lo que aconteció aquel día,quizás jamás podría escapar de ellos.
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ᴘʟᴇᴀsᴇ sᴀᴠᴇ ᴍᴇ
Fiksi PenggemarElsa perdió todo o eso pensaba. -Puedes quedarte aquí. Solo nos tenemos el uno al otro.