ᴘʟᴇᴀsᴇ sᴀᴠᴇ ᴍᴇ

Capítulo IV

¿Ser feliz? Esas palabras no tenían casi ningún valor para él,siendo que en sus pensamientos la felicidad es solo una fantasía,sin duda para Hans Westergaard aquella palabra nunca tuvo un valor o un significado real. Una vida llena de humillaciones,mal tratos y golpes no eran lo mejor para hacer a una persona "feliz",si más el chico tenía entendido por sus propias vivencias, que la felicidad era un mito muy común en todos lo cuales anunciaban "ser felices" por que el dolor en sus vidas desaparecía poco a poco pero en su lugar era muy diferente,conforme el tiempo pasaba los tratos crueles con él eran mucho más severos y su padre ni siquiera se dignaba a prestarle atención;en sus sollozos solo estaban su hermano Lars y Linus,la reina en algún momento también era quien le daba consuelo pero después de todo lo que le aconteció a la reina,el chico tuvo que por lo menos mostrarse menos débil ante los ojos de sus hermanos y eso solo le dio un carácter cruel y frío,sin duda lo volvió un monstruo,por ende su comportamiento en Arendelle.

Pero ahora él tenia cosas más importantes que responder con la verdad,si,sabia que no era correcto el engaño y que hacía mucho tiempo no era su preso pero no le era de conveniencia decirle a la platinada la verdad,Hans en su mente pensaba: «Si supieras lo que realmente siento» - Sin embargo debía callar sus sentimientos.

- ¿Qué si soy feliz? - Interrogó dando comienzo a su nuevo engaño contra la rubia y aunque no pretendía hacerle daño sabia que si seguía preguntando debería buscar la manera de hacerla callar,de cualquier modo - Elsa,dime tu,¿Crees qué soy feliz?

La rubia no Soltó una respuesta inmediata al contrario bajo la mirada y meditando en que decir lo que miraba, jugaba con sus dedos blanquecinos,solo buscaba una explicación lógica,ella miraba a Hans qué era feliz pero a veces miraba una sonrisa llena de felicidad pero sus ojos decían lo contrario,tal vez el cobrizo no consiguió lo que quería pero por lo menos estaba rodeado de respeto y admiración de muchos,su propia familia - Según lo que ella miraba -Lo trataba muy bien,pero algo le decía que había gato encerrado.

Alzando sus ojos zafiros cruzo miradas con las esmeraldas del joven y buscando en ellos una señal qué le dijera su respuesta se dio cuenta de que ella se estaba equivocando;Hans ya no era el mismo,ni sus pensamientos,ni su manera de actuar,de hablar,de vestir,no había ningún rastro del monstruo que alguna vez,estuvo dentro de él.

- Si lo creo;pienso que eres feliz con lo que ahora tienes - Salio de momento de su boca,en el rostro del chico se dibujo una pequeña sonrisa,sus ojos brillaban con la luz de la luna y le daban a mostrar algo que no lograba comprender,pero eso no la haría rendirse - Por que puedo verlo.

- Entonces si ves la felicidad,querida,¿por qué no puedes ver lo que ahora debe hacerte feliz? — Aquella mujer de ojos color cielo no le dio ninguna respuesta,sintió como no encontraba que decirle y aunque le daba un poco de vergüenza solo dejo que el silencio los acompañará — No quería ofender —Dijo el cobrizo al notar la ausencia de palabra en la hermosa chica frente a él — Lamento si...

— De ninguna manera,estoy bien,es solo que lo que me preguntaste es algo que no puedo hallarle respuesta — Sus palabras le brindaron cierta tranquilidad al muchacho el cual después de eso,se dirigió al balcón apoyándose en los barandales y con sus ojos esmeraldas contempló la blanca y clara luna que se volvía adorno del cielo.

Elsa siguió sus pasos y al apreciar que Hans no diría nada,se dispuso también a ver la noche.

— Espero y dentro de poco puedas ver lo que ahora tienes;sé que no es mucho pero es mejor que nada — Sus ojos aceitunados no se despegaron de donde estaban,Elsa pestañeo varias veces al no comprender a la totalidad de las cosas,suspiro levemente y sin romper el silencio quedo pensando,su acompañante solo la miro y incrédulo arqueo una ceja — Te es difícil ¿no?.