𝗔𝗖𝗢𝗦𝗔𝗗𝗢𝗥𝗔 ||Girl From Nowhere||

Capitulo 7

El amor adolescente está mal visto. ¿Los adultos lo prohíben porque les parece lo mejor o porque no pueden aceptar la verdad?

Una escuela que era famosa por ser la cuna de señoritas más educadas y virtuosas, si permitían que chicos invadieran tan prestigioso lugar, mancharían la reputación de tan maravillosa institución. Esas eran las palabras de la profesora Narumol.

—Malee, ¿es verdad que unirán la escuela con la de los chicos de al lado?

—Así es.

Las chicas empezaron a hablar entre sí de tonterías, no sabían como actuar, no sabían como sería el desarrollo de las clases, sobre todo la clase de gimnasia y demás.

Era todo un alboroto y a Malee le estresaba tal cosa, pero no podía culpar a las demás, esas chicas no habían hablado con un hombre aparte de sus padres y el director de la escuela.

—Los chicos son inofensivos —afirmó Nanno, quien estaba al lado suyo, rodeada por el grupo de chicas junto a Malee— ya fui a una escuela mixta, no son terribles como creen. Una vez los chicos querían deslizarse por la baranda de una escalera mientras yo montaba guardia. Cuando llego la maestra, todos salieron corriendo. Fue muy divertido.

Todas al rededor rieron, la clase terminó y las chicas salieron del salón en grupo, deteniéndose al ver a un grupo pequeño de chicos.

Malee fue la primera en acercarse a ellos con una sonrisa adornando su perfecto rostro:—Hola, soy Malee, ellas son Nanno, Mind, Ploy y Kao.

Después de que el chico se presentará e hiciera lo mismo con sus amigos, Nanno se encargo de hacerlo hablar con las tres chicas. Malee solo las seguia. Estaba aburrida y no quería hacer nada malo por el momento. Solo quería dignarse a ver qué pasaba.

Quedándose atrás, pudo ver a la maestra que había estado detrás de Narumol, quien debía ser su espía. La miró directamente a los ojos y luego la mayor se fue, Malee solo sonrió, se sonó la nariz y siguió adelante.

Ella sabía a la perfección que iba a ir con los maestros y les contaría lo que hizo cada uno de esos alumnos.

Tan pronto como la profesora Narumol vio la foto, por poco y se desmaya, porque estaban demasiado cerca, no podía soportarlo, pero no sabía si debía hacerlo de acuerdo a sus propias ideas.

Las actividades continuaron, las niñas tomando clases de literatura y los niños haciendo ejercicio.

—El ejercicio es bueno, los hará sudar, esto evita que tengan pensamientos obscenos —repitió Narumol.

Cuando llegó el almuerzo, todos se separaron para comer, un lado era de chicos y el otro de chicas, lo que los desanimó un poco, pero no había nada que pudieran hacer.

Las amigas de Malee y Nanno hablaron sobre cómo los chicos se veían cansados ​​y temblando, mientras las dos chicas solo estaban enviando mensajes de texto en sus teléfonos.

—Dijo que estaba cansado —espetó Malee mirándola por breves segundos y volviendo a su teléfono.

Dijo esto porque el chico había intentado tres veces susurrarle a la chica como se sentía, pero no tuvo efecto debido a la conversación en el resto de la cafetería.

—¿Tienes su información de contacto?

—Sí, es normal entre amigos —respondió Nanno— estamos en un chat grupal, ¿quieres agregarlas? —le preguntó Nanno a Malee haciendo que esta la mirara con detenimiento.

Las chicas estaban nerviosas, y al poco tiempo, les envió una notificación a sus teléfonos, indicando que se habían agregado correctamente, y pronto, comenzaron a chatear entre si, felizmente, experimentando cosas diferentes.