𝗔𝗖𝗢𝗦𝗔𝗗𝗢𝗥𝗔 ||Girl From Nowhere||

Capitulo 3

Narrador omnisciente.

El trío se quejo saliendo de la cancha, estaban cansados de entrenar. Bam corrió hacia su amor y le extendió una toalla y una bebida energética.

—¿Por qué le das solo a él? —se quejo uno de los amigos.

—Porque se lo merece.

—Eso es injusto.

—¡Oh, Malee! ¡un amor como siempre! —exclamó uno alegremente, viendo como la mencionada se aproximaba a ellos con toallas y bebidas energéticas.

—Realmente eres la mejor —ella sonrió mientras los dos agarraban lo que les había llevado.

—Lo han hecho muy bien —levantó su pulgar.

—Gracias —O sonrió, fue el primero en responder.

—¿Sabían que hoy viene la nueva gerente? dicen que es excelente y no tiene favoritos, como Malee.

—No tiene que ser excelente, ese lugar ya lo ocupa Malee, con que sea normal esta bien, de todas formas sería mejor que Bam.

—Deberían apresurarse, ya estoy harto de ella, al menos Malee está y no permite que caiga en la locura.

Celos, así describiría a Bam en ese momento. Sabía el porqué lo decían y era más que claro, Malee era hermosa, inteligente, con un rostro angelical y unos perfectos ojos sin brillo con una galaxia dentro.

—¿Están hablando de mi? —preguntó una voz desconocida en lo que se acercaba.

—Ella es la nueva encargada —habló el entrenador.

—Hola, soy Nanno —se presentó más que sonriente.

—Bam, Malee, cuiden a Nanno, es nueva, esta en el mismo grado que ustedes.

—Estoy en otra clase —dijo Bam molesta.

Ya huele a envidia.

Las fosas nasales de Malee se inundaron automáticamente de aquel olor que solo ella podía diferenciar.

Estaban sentadas junto al equipo de fútbol, los chicos les habían invitado un helado. Ellos murmuraban cosas entre sí.

—Esta muy linda.

—Ya tenemos dos bellezas en el grupo.

—Ve y dile.

—Oye, Nanno.

—¿Si?

—Escuché que eras la gerente del equipo en tu escuela anterior.

—Es cierto.

—¿Qué tipo de gerente eres? ¿del tipo gritón que da miedo o del tipo cariñoso y afectuoso?

—Eso no importa mientras sea imparcial —miró disimuladamente a Bam.

—Teng, vete al carajo.

—Estoy impresionada, es mi primer día y me invitan a comer, yo debería pagar la comida.

—Es nuestro deber, queríamos darte una cálida bienvenida. No te sientas mal, hicimos lo mismo con Malee.

—¿De verdad? —Nanno la miró curiosa.

—Así es.

—O, ¿a que horas vas a ver a tu mamá? —le preguntó Bam.

—¿Qué mamá? no tengo. Chicas, miren sus helados.

—Gracias.

—Uh, tiene jalea.

—Yo mismo la elegí.

Bam tomó de su refresco, regando un poco sobre su mejilla y limpiándose con la mano molesta. Malee oprimió una sonrisa, que feliz le ponía la situación.

Malee recogía el desorden del vestidor, Bam estaba sentada sin hacer nada y Nanno limpiaba unos balones. Hace rato había sentido el mal olor que emanaba Nanno, seguramente se preguntaría el porqué si no hubiera leía el mensaje en el baño.

Los chicos entraron y rápidamente se taparon la nariz:—Bam ¿te cagaste aquí? ¿por qué apesta tanto?

—Púdrete, no soy yo.

—¿O sea que fue Malee? —preguntó Teng.

Por se acercó a oler el cuello de Malee, negando rápidamente:—No es ella.

—¿Quieres decir que Nanno se tiró un pedo?

—No, yo no fui.

—¿Ves? Nanno nunca haría algo así.

Pero que comentario más estúpido.

—Bam ¿Estas celosa porque fue transferida y la preferimos a ella que a ti?,. Tienes que dejarte de estupideces, fue lo mismo con Malee —habló muy molesto Por.

O llego, le pidió agua a Nanno y ella se la entregó, no hace falta decir como reaccionó al olerla.

—¿Qué le pasa a todos? —Nanno sacudió a Bam con preocupación, pero esta lo único que hizo fue irse corriendo.

Malee hizo lo mismo que los demás, evacuar.

Varios días habían pasado, gracias a Bam, Teng era como un perro y tuvieron que llevarlo al hospital, claro, nadie sabía de esto.

Era un día normal de entrenamiento, los chicos se acercaron a Malee y Nanno para poder tomar agua.

—¿Muy cansados? —preguntó Malee ladeando la cabeza. Un gesto que maravilló a O.

—Demasiado.

—¡Hola! —saludó Teng llegando de la nada.

—¿Estas mejor?

—Si, no sé que me paso.

—Me alegra que estés bien —sonrió Malee extendiéndole una botella de agua.

—Guau, guau —dijo Nanno bromeando y todos se rieron, todos menos Bam.