*Joshua en multimedia*
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Sí me tuvieran que pagar por cada vez que provoco un caos por mi torpeza, ya tendría un castillo para mí sola.
Desde que tengo memoria, siempre fui torpe y provocaba un desorden por eso. Tenía un imán para atraer problemas o crearlos. Pero esta vez no solo fue culpa mía, si no de los periodistas y del chico parado frente mío. Ahora que lo recuerdo acabo de caerme delante de todos, y aún sigo en el suelo. ¿Pero porque no me levanto ya?, ¿Que hago aún en el piso?, ¿Por qué no puedo moverme?.
¡Por Dios, levántate ya!
Sintiendo mis mejillas caliente me levanto como en cámara lenta, sintiéndome una diva. Porque podría haberme caído y hacer el ridículo, pero jamás perdería la elegancia. Eso sí que no.
Cuando dirijo la mirada hacia el chico con el que me choque, me encuentro con unos orbes grises hermosos. Pero no solo sus ojos lo son, si no todo él. Es alto, cabello castaño oscuro, piel bronceada, nariz perfecta y está vestido con una casaca marrón, una camiseta negra que ahora está mojada de la cual no me quejo, y lleva unos vaqueros que lo hacen lucir guapísimo.
«Al menos tu torpeza esta vez sirvió de algo.
Lo sé.
Está como para comérselo.
Lo sé».
No me doy cuenta que me quede mirándolo embobada hasta que él se aclara la garganta algo incómodo, y eso es suficiente para hacerme reaccionar-. Yo lo lamento por eso. No fue mi intención provocar todo esto, solo trataba de huir. Pero si quieres puedo compensarlo-, hablo con sinceridad.
-No, está bien. Fue solo un accidente-, responde con una voz un poco ronca que logra erizar mi piel -. No fue nada...
-No, enserio puedo compensarlo-, insisto-. No es un problema para mí...
-Señorita, tengo que sacarla de aquí antes que la encuentren- llega Travis interrumpiendo lo que iba a decir-. Venga por aquí-, me empieza a guiar hacia la salida.
-Eh, claro vamos-, digo antes de mirar por última vez al chico de ojos bonitos-. Lo siento mucho por tu camiseta de verdad-, me disculpó con una sonrisa sincera.
Sin darle tiempo a responder, empiezo a caminar rápidamente hasta el auto estacionado a un lado de la acera, donde espera el chófer que nos llevará a la casa de mis padres. El chófer arranca inmediatamente después de estar dentro todos y con los cinturones asegurados listos para ir en dirección al lugar que alguna vez fue mi hogar. No puedo creer que estoy a punto de volver a verlos, los he extrañado a todos durante estos 5 años. No sé qué es lo que pueda pasar o cual sea la reacción de mi padre con mi llegada, eso es lo que me pone más nerviosa.
Sin poder evitarlo empiezo a morderme las uñas de las manos.
-Se va a quedar sin uñas si sigue mordiendolas-, comenta Travis.
-Siempre puedo reemplazarlas por las postizas- respondo con un encogimiento de hombros-. No seré la primera ni la última que los use.
-Tiene que tranquilizarse. Debe mantener la calma-, aconseja, mientras baja mis manos hasta mi regazo-. Todo estará bien y además, yo estaré ahí.
Asiento con la cabeza, y respiro para tratar de tranquilizarme-. Gracias Travis, no sé qué haría sin ti-, hablo sinceramente. Él me da una sonrisa dulce en respuesta.
Después de esa pequeña charla, ambos nos quedamos en silencio. Mientras observaba por la ventanilla nuevamente vinieron pensamientos malos, escenarios horribles. Así que sacudí la cabeza para alejar esos pensamientos, y me concentre en los lugares que pasabamos, desde casas, cafeterías, restaurantes, hoteles, parques, edificios, personas paseando a sus perros o yendo a sus trabajos, a niños jugando con sus patinetas o bicicletas. Sin duda, en esta ciudad nadie descansa.
El auto paró frente a una inmensa casa de dos pisos color azul, con ventanas victorianas, con un hermoso jardín de flores y un enorme portón color negro. Dude en si debería bajar o dar una vuelta en ir a un hotel, pero al ver a Travis y encontrarme con su sonrisa, decidí salir a enfrentarme.
Aquí vamos, yo puedo. Todo va estar bien. Me alente mentalmente antes de tocar el timbre.
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Nota:
Y hasta aquí el final del capítulo dos, espero que les guste lo que escribí.
Y no se olviden de dejar su ⭐ y sus comentarios.Sin nada más que decir, nos vemos en el próximo capítulo. Bye
Besos 💕
Dori N.
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Melodías del Corazón (en proceso)
Teen FictionLa vida de Amy Williams se resume en: giras, conciertos, set de grabaciones, conferencias, firmas de autógrafos y mantener un perfecto perfil frente a las cámaras. Muchos la admiran por pertenecer a la banda más exitosa del momento con tan solo 21 a...