Capítulo 4

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*Adam en multimedia*

*****

En el momento exacto que siente mis ojos sobre él, dirige su mirada hacia mí. Sus bonitos ojos grises se encuentran que el azul de los míos, mirándome con una intensidad que me deja sin aire. Todo a nuestro alrededor desaparece, y solo somos los dos, ahí mirándonos fijamente, casi sin parpadear. Entonces, recuerdo que es el mismo chico con el que choque en el aeropuerto— que por cierto termino mojado por mí culpa— logrando que mis mejillas se sonroje por la vergüenza, pero no solo eso. Algo en mi interior se remueve, mi manos empiezan a sudar y mi corazón late tan rápido que no me sorprendería sufrir un paro cardíaco ahora mismo. Espero que no sé acuerde.

Por favor que no sé acuerde, por favor, por favor. Rezo en mi interior.

Sin saber que hacer, desvió mi mirada hacia otro lugar que no sea él.

—Crei que ya no vendrías—, escucho decir a Ashley.

—Es que tuvimos que hacer una parada antes—, habla, pero puedo sentir su mirada pesada en mí. Me muevo un poco, sintiendome nerviosa—. Por cierto, ¿Quién es ella?—pregunta.

¡Maldición! ¡No!.

Soltando un pequeño respiro, me volteó hacia él para responder su pregunta. Sin embargo, Adam se adelanta—. Es mi hermanita, y acaba de llegar hace poco—, dice haciendo énfasis en MI.

Él levanta sus cejas en señal de sorpresa, y se acerca antes de hablar—. Mucho gusto. Yo soy Josh—, me regala una sonrisa. Que bonita sonrisa—. Ellos son Jake y Tyler—, señala a los dos chicos que están a su lado. Ambos son pelirrojos y con ojos mieles, por lo que los deduzco como hermanos.

—Yo soy Amy. Mucho gusto en conocerlos a todos.

—Igualmente—, responden los tres.

Los chicos toman asiento en el sofá vacío en la sala, y Josh queda en frente mío; quien me mira con una sonrisita divertida en sus labios. Haciéndome saber que se acuerda perfectamente de mí.

¡No puede ser!

Conversamos entre todos de muchas cosas. Y una que otra vez mis ojos se encuentran con los suyos, provocándome algo que no sé que es.

Hasta que uno de los pelirrojos interrumpe:

—¡Ya no puedo aguantarlo!. ¡Necesito hacerlo!—, sin previo aviso se lanza literalmente encima mío. Robándome el aliento—. ¡Soy tu fan!. Te sigo desde que participaste en el concurso de The voice y formaste parte de Black Rebel. Enserio te admiro, tu voz es increíble. ¡Tú eres increíble!. ¡Yo te amo!

No sé qué responder porque hablo tan rápido que no entendí casi nada, así que solo le sonrió en forma de agradecimiento.
Sin duda, esto fue casi igual lo que pasó con los fans de la banda cuando damos firmas de autógrafos.

—Nunca creí que llegaría a conocer a algún integrante de mi grupo favorito—, dice como si fuera a llorar—. Es el mejor día de mi vida. Hasta creo que me voy a desmayar.

—Jake, la vas a dejar sin aire de tanto abrazarla—, dice Josh—. Vamos hombre, sueltala.

Jake decide soltarme. Hace un ademán de decir algo, pero es interrumpido por una demandante voz.
Volteó hacia el recién llegado, para toparme con unos ojos menos azules que los míos observándome con seriedad.

—¿Amelie?

Inevitablemente, todo mi cuerpo se tensa, mi corazón vuelve a lateral desesperado, las manos me sudan y mi boca la siento seca.
La sala de estar queda en total silencio por largos segundos hasta que, pasando saliva hablo.

—Padre.

*****

En total silencio camino detrás suyo hasta su estudio. Ni bien pronuncie esa palabra «Padre», él se quedó mirandome fijamente, hasta que empezó a subir las escaleras. No lo pensé tanto a la hora de seguirlo.

Cuando llegamos hasta el estudio, él entra y yo después cerrando la puerta a mis espaldas. Dentro está igual a como lo recordaba, no cambio nada. Observo estanterías llenas de libros viejos, un armario, cuadros, un sillón cerca de la ventana junto a una pequeña mesa y frente mío un escritorio con documentos y fotos encima de él. Me fijo en aquellos, en ellas aparecen mi madre, mis hermanos, mis tíos y abuelos. En ninguna aparezco yo.

Eso duele.

Ignorando el pinchazo en pecho, miró hacia el hombre parado frente a la ventana dándome la espalda. No sé qué decir. La última vez que hablamos todo termino en gritos y lágrimas.

—Crei que no volverías nunca más—, habla sin voltearse—. No después de como acabo las cosas entre nosotros.

—Yo tampoco creí ser capaz de volver. Pero...

—No tienes que decirme nada, Amelie— , me corta—. Actúe como un mal padre contigo. No merecías todas las cosas que te dije, ni mucho menos mi mal trato—, cuando se voltea puedo ver sinceridad y arrepentimiento en aquellos cansados ojos azules—. En vez de apoyarte, te dí la espalda. Me equivoque tanto contigo. Perdóname hija.

Siento mis ojos humedecerse, y sin poder evitarlo me acerco hacia mí padre. Y lo abrazo.

—Te perdonó, papá—, digo con la mejilla pegada a su pecho.

Me permito disfrutar de este abrazo lo más que puedo. Extrañe tanto sus cálidos brazos brindándome protección, cariño, amor. Luego de eso, él no vuelve a decir nada. Me despido de él al salir de su estudio, y me dirijo hacia la sala de estar.

Cuando estaba bajando recibo un mensaje de Travis, avisándome que ya se encuentra fuera de la casa. Guardo el teléfono, y bajo rápidamente. Los chicos se voltean cuando escuchan mis pasos.

Adam se acerca, y me abraza—¿ Está todo bien?—, pregunta. Se a lo que se refiere, así que asiento con una sonrisa que él me la devuelve.

—Todo está bien. Pero ya me tengo que ir.

—¿Como irte?—, pregunta Zack.

—Eh sí, lo que pasa es que antes de venir rente un apartamento para quedarme el tiempo que dure mi estadía aquí—, informo.

—Crei que te quedarías aquí—, dice Oliv seguido de eso hace un puchero.

—No puedo cancelar porque ya pague el primer mes de renta—, hablo con una mueca—. Mañana vendré para visitar a mi madre, chicos. Estaré dando vueltas por aquí, que se cansarán de mi presencia.

—Lo dudo mucho—, escucho murmurar a alguien.

Después de despedirme de todos, me encaminó hacia la salida de la casa. Ya fuera un aire fresco me recibe e inhalo. Sin embargo, siento que soy observada por alguien. Veo hacia todos lados sin encontrar a nadie, excepto a una camioneta negra estacionada ha unos metros.

Que extraño.

Algo en mí no se siente tranquila con haber sentido esa mirada, que solo me provoco un escalofrío.

Travis me pregunta si estoy bien, a lo que le respondo con un asentamiento no tan seguro de cabeza. Sin perder más tiempo, subo a la parte de atrás del auto.

Desconocido

Observo fijamente a Amy subirse al auto, seguido este arranca en dirección al centro de la ciudad.
Sin esperar más, boto inmediatamente el cigarrillo por la ventanilla y enciendo el auto yendo detrás de ella.

******

Nota:

Buenoooooo, aquí está el cuarto capítulo. Espero que les haya gustado.
No se olviden de dejar su ⭐ y comentario, que me animan a seguir.

Sin nada más que decir me despido y nos vemos en el próximo capítulo. Bye.

Besos 💕
Dori N.

Melodías del Corazón (en proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora