6- ¿Debería?

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     Swaggie podía llegar a ser tierno algunas veces, pero verlo tan tímido hizo que su corazón se derritiera.

     —En serio... ¿Te parezco hermosa?—. Aún no lo podía creer, ¿De verdad el chico que le gustaba la había elogiado? Era como un sueño del que no deseaba despertar.

     —No lo volveré a repetir, JiJi—. Murmuró YoonGi sin saber qué más hacer.

     La suave mano de JiJi acariciaba la mejilla de Swaggie mientras lo miraba estando apenado. El corazón de YoonGi comenzaba a ir más rápido, ese suave y delicado toque en su rostro lo calmaba a más no poder.

     <<Ji Eun, no sigas…>>. Pensó el muchacho sin querer apartar la vista de ella por ningún motivo, a pesar de estar algo avergonzado por pensar en voz alta. Lee miró los labios masculinos y mordió el suyo propio, deseando besarlos e incluso tomarlos entre sus dientes y jalarlos. Estaba sedienta de él, necesitaba beber de la copa de su boca, saciar su sed. Sin pensarlo más se acercó a él, como embelesada y atacó los belfos de su acompañante con suavidad pero necesidad.

     Los ojos del más alto se abrieron en sorpresa y por un segundo no supo qué hacer, hasta que mandó todo a la mierda y correspondió con urgencia ese beso. Incluso el torso masculino se encontraba sobre el de ella, atacando esa linda boquita que hace tanto deseaba, hace un par de años necesitaba sentirla. Pronto sus lenguas ya estaban jugando entre sí, mientras que Ji Eun había ahogado un suave jadeo entre aquel húmedo ósculo.

     <<Joder, esto es mejor que un puto sueño>>. Volvió a pensar Min. Su cabeza ladeó con delicadeza para encajar más con la cavidad de su compañera mientras que podía sentir cómo en su ropa inferior comenzaba a notarse un mini bulto. Después de mucho tiempo sin contacto físico, era normal que aquel beso de la chica que le traía loco, le hiciera excitarse. Y definitivamente eso era mejor que muchas de sus fantasías.

     Chasquidos, succiones, mordiscos, jalones, y más lengua, estaban presentes en ese beso, incluidos más jadeos ahogados por parte de los dos.

     El aire comenzó a hacer falta en ambos y ahora era Ji Eun quien se encontraba sentada sobre el bulto de su compañero, sin detener el beso y, por supuesto, ambos aún con ropa. La intimidad de Lee comenzó a mojarse de igual forma. La unión fue cortada poco a poco por la chica y se quitó la camiseta, dejando ver su lindo torso con el brasier, pero no duró mucho porque acto seguido también lo retiró dejando sus pechos al aire. Su cadera empezó a moverse en círculos muy suaves buscando memorizar ese delicioso bulto que se encontraba bajo ella.

     YoonGi se sentó, teniéndola aún encima y acercó su boca a sus senos, empezando a atender sus pezones duros que suplicaban calor, afecto y atención. ¿Quién era Min YoonGi para negarse ante tal labor? Nadie, no era nadie. Más jadeos suaves se escaparon de los labios de la fémina y los botoncitos de carne, eran mordisqueados, succionados por el hombre. Su erección era más notoria que antes, y los roces entre ambas intimidades le hacía perder la cordura.

     —Hazme tuya, Yoon…—. Susurró, casi suplicó que de verdad la hiciera suya, quería que él le hiciera todo lo que quisiera, lo deseaba y mucho.

     Él no dijo nada, sólo se quitó la camiseta y cambió de posiciones otra vez. JiJi estaba acostada boca arriba y él acostado a su lado. —Serás mía—. Murmuró sobre sus labios haciendo un camino de caricias con su dedo índice, desde su mentón, pasando por sus pechos y pezones, llegando al abdomen, luego al borde de su pantalón casi al estilo pijama, es decir, no era de botón y cierre, sino más bien de cinta elástica. Su mano traviesa se hundió entre esas prendas y tragó en seco al sentir lo húmeda que estaba, sólo colocó sus dedos ahí sin moverlos aún, memorizando y disfrutando de la textura de sus fluidos. Por supuesto, ella quería ver su mano así que alzó la cadera para deshacerse de las prendas que le quedaban, quedando completamente desnuda para él.

     Sus piernas se separaron un poco y él le dedicó una sonrisa traviesa. Entonces llegó la mejor parte, sus falanges comenzaron a moverse en círculos, lento, con calma, quería hacerla mojar más si eso era posible acaso. La muchacha cerró un instante sus ojos, disfrutando del tacto, se sentía jodidamente bien, además de estar sensible. El frío que tenía minutos atrás expiró y ahora sólo tenía calor, un calor que quería sentir todas las noches.

     Los dedos del chico ahora subían y bajaban estimulando el clítoris y peligrosamente acariciaba su entrada. —Hazlo, por favor, hazlo—. Un escalofrío recorrió su cuerpo al escucharla suplicando. Sus dos dedos entraron en ella acariciando sus paredes vaginales y también buscando llegar muy profundo. El pulgar estimulaba el clítoris y todo era perfecto para Ji Eun, hasta que quiso hacer lo mismo. Abrió sus ojos y tanteó hasta llegar al miembro de él, liberándolo de las prendas y empezando a acariciar toda su extensión. Estaba muy duro y muy caliente, su mano cubrió su falo, comenzando a subir y bajar primero con suavidad y poco a poco subiendo la velocidad, lo iba haciendo más y más rápido. —¿Puedo sentarme en él?—. Declaró entre suaves gemidos, YoonGi asintió con un movimiento de cabeza y retiró los dedos de su interior, colocándose boca arriba, esperando por ella. Se estaba acomodando y justo cuando se sentó, dejando entrar toda su virilidad, empezó a saltar y más chasquidos sucios se escucharon.

     Allí llegaron los enfermeros abriendo la puerta y encontrándose con la chica montando al muchacho. Una escena muy caliente que los enfermeros quisieron ver pero debían detener. JiJi se sorprendió al ver a los enfermeros y con sus brazos cubrió sus senos sin querer levantarse de allí, ¿Por qué los estaban interrumpiendo? Si iba todo bien…

     Entonces, el personal se acercó a ella y la tomaron de los brazos desnuda y la cargaron en su hombro. Ella estaba muy sensible como para forcejear y su cuerpo temblaba, incluso había quedado en shock. YoonGi se había subido las ropas inferiores y al enfermero que tomaba la ropa de la chica, era el que le había facilitado la llave, habían quedado solos en esa habitación. —Mike, ¿Por qué interrumpieron de esa forma?—. Cuestionó YoonGi apretando los puños de la rabia.

     —Al parecer alguien habló de más, aún no sé quién es, cuando lo sepa, te lo cuento, buenas noches—. Así Mike desapareció de la habitación dejando a Min YoonGi solo y con una gran erección. No le quedó más remedio que darse placer el mismo: masturbarse.

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⏰ Última actualización: Aug 06, 2022 ⏰

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