𝒊. 𝗹𝗮𝗱𝗶𝗲𝘀...

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𝖢𝖠𝖯𝖨𝖳𝖴𝖫𝖮 𝖴𝖭𝖮 | 𝗦𝗘𝗡̃𝗢𝗥𝗜𝗧𝗔𝗦

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𝖢𝖠𝖯𝖨𝖳𝖴𝖫𝖮 𝖴𝖭𝖮 | 𝗦𝗘𝗡̃𝗢𝗥𝗜𝗧𝗔𝗦...

La castaña de nombre Aleen se contraba jugando tenis con la pared. Normalmente no suele jugar sola, pero su hermana Enola estaba en camino para recibir a sus hermanos mayores, Mycroft y Sherlock Holmes. Al principio las dos irían, pero después a la oji-verde se le vino a la mente que ese encuentro sería tal vez un poco incómodo y decidió cancelar y quedarse en su casa a esperarlos

Ella de nuevo iba a lanzar la pelota, pero el ruido de un carruaje hizo que sostuviera la pequeña esfera en su mano. Bajó rápidamente y se miró en un espejo, notó que su cabello estaba más rebelde de lo normal e intentó acomodarlo un poco.

Cuando logró verse más presentable sonrió de manera inconsciente.

Rodó los ojos de manera involuntaria cuando escuchó como uno de sus hermanos se quejaba por el estado de la casa, al no reconocer su voz no pudo saber quien era, pero definitivamente en su cabeza ya estaba el pensamiento de que ese hombre es un cabeza hueca, de seguro era Mycroft.

La chica arregló su vestido y planchó con sus manos unas arrugas que le habían salido. Bufó un poco molesta pues en la mañana ella había salido al sol a dejar la plancha para luego poder pasársela a su hermoso atuendo que le había regalado su preciada madre.

El primero en entrar al lugar fue al que Aleen pudo distinguir como Mycroft, este le dirigió una mirada fría y una sonrisa que a leguas se notaba que era forzada.

───Es un gusto ver que al menos una de mis hermanas esté peinada.───El mayor miró la larga cabellera de la castaña y luego la de su hermana Enola quien parecía toda una salvaje con su cabello lleno de hojas y algunas pequeñas ramas. Aleen podía asegurar que en el camino se cayó de su bicicleta, las dos son igual de inexpertas.

Luego de ese momento el mayor miró todo su alrededor con una mueca de horror. Se acercó a una de las mesas donde estaban las raquetas de tenis y tomó una de esas.

───¿Qué es esto?───Preguntó mirando a sus dos hermanas de manera expectante esperando una explicación.

───¿Tenis?───Contestó Enola dudosa.───Mamá dice que estoy mejorando───Terminó con una sonrisa incómoda.

Mycroft la miró incrédulo.

───¿Dónde Demonios está?───Siguió hablando adentrándose más a los lugares del hogar. Aleen y Enola compartieron miradas, las dos con el mismo pensamiento.

───Va bastante bien ¿No?

Los cuatro llegaron a la habitación de su madre. En el camino a la pieza el hermano detective─Sherlock─decia que no fue un secuestro, lo cual a los ojos de las chicas era bastante obvio, la mayor sabe defenderse, era casi imposible que la secuestraran sin que las hermanas escucharan un ruido.

───¡Cielos! Feminismo.───Espetó Mycroft con un libro en la mano mientras le analizaba la portada.───Quizás estaba loca o senil.

El de bigote empezó a nombrar cosas que compró o pagó, la castaña menor arrugó el ceño pues ninguna de esas cosas de las que el mayor hablaba estaban en la casa.

───... y para Aleen y Enola, maestra de baile, música e institutriz.

───Enola, Aleen. ¿Tuvieron institutriz?─── Preguntó Sherlock.

La gemela de ojos marrones notó como su hermana se pensaba ante el comentario del mayor así que de inmediato tomó su mano para hacerle saber que estaban juntas en eso.

───No deberían estar aquí.───Habló por las dos.

───Al menos ¿Se preocupó de que recibieran educación?

Ahora fue Enola la que se tensó ella miró hacia otro lado y Aleen solo lo observaba analizando todos los comportamientos del muchacho.

───Ella valora la educación.───Dijo Sherlock al ver que aparentemente nadie respondería.

───Ella nos educó.───Enola se recompuso.───Nos hizo leer cada uno de los libros de este hogar. Shakespeare, Locke.

───La enciclopedia Thackeray, y los ensayos de Mary Wollstonecraft.─── Continuó esta vez Aleen.───Y todo lo hicimos por nuestra cuenta.

───Según Mamá así nos convertiríamos en... señoritas.

───¿Quería que se convirtieran en eso?

───No sé en que quería que nos convirtieramos.───Escupió sus palabras ya harta de la situación y el comportamiento de su hermano.─── Por si no lo recuerdas también nos dejó a nosotras.───Espetó con desdén

Ninguno se atrevió a responder. Entonces Aleen viendo que no tiene nada que hacer dió una leve reverencia mostrando "respeto" y se fue del lugar sin decir mas nada, todo lo habia dicho en ese comentario.

𝐇𝐎𝐋𝐌𝐄𝐒 ; t𝖾𝗄𝗐𝗌𝖻𝗎𝗋𝗒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora