Alexitimia||Sin sentimientos

más preocupaciones después de la muerte

Durante las últimas tres horas lo más interesante que hice fue ver el techo de mi habitación,ahora,decorado con estrellas que brillan en la oscuridad.

—En serio necesito un teléfono o un libro.—Hable para mí misma.

Sabía que hace media hora había empezado la cena por el sonido estridente que venía de los altavoces de la sala,pero no tenía hambre sorprendentemente.

Sople unos de los mechones que estaba sobre mi boca,haciendo que se moviera un poco,aunque seguía estando en la misma zona.

Cansada,me levanté de la cama y salí de mi habitación,no tenía hambre ahora,pero sabía que en unas horas mi estómago estaba rugiendo como león con hambre.

En la sala no había nadie,sin señales de una persona rubia molesta,aunque si quedaban restos de su presencia,como por ejemplo,la taza sucia en el fregadero y una manta desordenada si re dónde antes estaba sentado.

Ignorando el desorden que había dejado subí al elevador y apreté el número tres,a la cafetería.

Al entrar en ella ví como estaba casi vacía,la mayoría ya debería haber terminado y solo quedaban los que estaban charlando entre si.

Vi a lo lejos a Beké en una mesa,pensé que estaría sola,pero estaba acompañada de Isaac y Asher.

Me acerqué a ella en específico,estaba sentada en frente a Asher,por lo que él me daba la espalda y ella si me podía ver.

No quería escuchar su conversación pero ellos no habían escuchado mis pasos y seguían hablando de forma un poco alterada.

En realidad el estaba alterado.

—¡Me arrojó una taza!—Escuche que gritaba en el mismo tono que pondría un niño haciendo un berrinche.

—Y tu la dejaste afuera de SU habitación,incluso sabiendo que el piso dos está reservado solo para ella y que si quisiera ir a quejarse sobre tu presencia ahí,te echarán de patitas al piso tres.—La rubia parecía tranquila,un amor de persona,pero algo que había descubierto que no soportaba,eran las injusticias.

—Tranquila Beké,tampoco es para tanto,Asher ha hecho cosas peores a otros estudiantes.—Dijo Isaac tomando un poco de bebida del vaso.

Terminé la distancia que estaba entre nosotros y rodeando la mesa,me senté junto a un lado de Beké.

Me miró sonriente al darse cuenta de quién era,la saludé con un asentimiento de cabeza mientras ignoraba a los otros dos.

—Raven,pensé que no vendrías a cenar.—Hablo con voz tranquila.

—No iba a venir,pero sabía que me iba a agarrar hambre más a la madrugada así que..—Me encogí de hombros restándole importancia.

—Trata de no saludarte las comidas,aunque no lo creas,hay un registro de quien asiste a comer y quién no.—Hablo pasándole un sándwich que le había sobrado.

Asentí dándole la razón.

—Hola a ti también osito,no tenías que saludarnos con tanto cariño.—Isaac dijo con sarcasmo.

—Pero si es una persona que desborda de luz y alegría amigo,¿Que esperabas?.—Ambos chicos se empezaron a reír.

Beké a mi lado hizo el amago de querer sonreír,no me enojaria si se riera,no me afectan los chistes de los idiotas.

—Dejaste todo sucio Asher,a la próxima te quemo la manta y rompo tu taza.—Conteste ahora yo sonriendo.

—Claro,no te bastó romperme una valiosa taza de colección de Winnie Pooh,ahora quieres deshacerte de otra.