Los hermanos Win y Gun perdieron una apuesta contra su amigo Tay y ahora deben pagar presentándose a la fiesta de los Delta vestidos como chicas.
A pesar de lucir irreconocibles... ¿lograrán engañar a sus objetivos?
🍒 Contenido sexual explícito.
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A pocos pasos del edificio de los Delta, con las luces de colores provenientes del jardín, la música retumbando en los vidrios y el frío de la noche sobre sus cuerpos, Win y Gun, abrazados por los hombros por Tay, tiemblan en su sitio.
—Se llaman Winnie y Gunnie, o las hermanas Nie, como más les guste. Un amigo dentro sabe que van, así que ya no pagan. —afirma Tay sonriente, mirando a uno y luego al otro ya vestidos y listos— ¿Cuál es el trato, señoritas?
Win suspira y repite por quinta vez en el día el plan de Tay para saldar la maldita apuesta.
—Conseguir dos números.
—Perfecto, vayan y enamoren. —les da dos palmadas en la espalda y los lanza al frente. Ambos tambalean sobre sus zapatos y avanzan a tropezones— ¡Usen condón, no quiero sobrinos llorones!
—Win...
—¿Qué?
—¿Recuérdame por qué ese imbécil ser insufrible es mi amigo? —Gun pregunta entre dientes, apretando fuertemente los puños a sus costados. A cada paso que da, la faldita se le pega en los muslos recién depilados.
—No lo sé. —Responde Win alzando el costado largo de su vestido azul cielo— Oye Gun... ¿Puedes por favor dejar de hablar así? Eres una señorita, no seas vulgar.
Gun frena sus pasos y mira con auténtico asco a su hermano menor, recargado sobre su cadera, que se abanica el cabello con gracia.
—¿Es en serio? —silencio— ¿¡Estás de puta broma, Win?! ¡SOY LA MALDITA TÍA JENNY, SÓLO MIRANOS! —Gun se señala y después a su hermano, gritando con demasiada masculinidad—. Oye, yo no sé si la cera te hizo algo, o te plancharon las neuronas con esa tenaza; pero te vez demasiado a gusto vestido así y me asustas.
Win aprieta la tela de su bonito vestido entre sus dedos, con la mirada gacha y el corazón estrujado. Por un momento todo lo que se escucha es la música alta y las risas de los universitarios en la fiesta.
Su hermano no tiene la culpa, él... Gun no es como él...
Un suave sollozo escapa de los labios pintados de rosa del menor, seguido de lágrimas que le escurrirían el maquillaje, pero Win alza la vista y seca su llanto abanicando con su mano.
—Ay por dios... —Gun se lleva ambas manos a la boca y corre hasta su hermano para tomarlo de los hombros— Win, Win hermanito, no, yo... No tenía idea ¿Por qué nunca me lo dijiste?
—¿Y qué me vieras raro? Gun no es sencillo admitirlo en voz alta. ¿Qué pensaría papá al respecto, eh?
El corazón de Gun se encoge en su sitio, recordando las palabras firmes y crueles que le dedicó su padre cuando todavía era muy pequeño y no entendía lo que sentía y que después de esa charla, dejó de sentir.
—Que se joda. —El mayor aparta un mechón claro perfectamente planchado de la mejilla de su hermano—. Si... ¡Que se jodan todos! Tú eres mi hermanito y te amo, ¿Qué le importa al mundo cómo vistas o quien te desvista, eh? Somos las malditas hermanas Nie y vamos a enamorar al equipo entero, sí señor. —Gun sacude su cabello azabache a un lado y toma de la mano a Win—. No me dejé poner un hilo dental sexy en vez de un cómodo boxer por nada, voy a desquitarla.
La risa de su hermano es suficiente respuesta y armados de un valor que no se conocían, entran como en pasarela a la fiesta, dispuestos a tirarle los calzones de asombro a más de un Delta.
𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
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