𝑼𝒏𝒕𝒊𝒍 𝑹𝒆𝒂𝒄𝒉𝒊𝒏𝒈 𝒕𝒐 𝒕𝒉𝒆 𝑻𝒐𝒑-Ⓢ︎Ⓐ︎Ⓜ︎ Ⓔ︎Ⓥ︎Ⓐ︎Ⓝ︎Ⓢ︎

𝐈 𝐭𝐫𝐮𝐬𝐭 𝐲𝐨𝐮 {🚔}

Narra Alexa:

Los gritos desesperados de la señora Reed invadían la recepción de la comisaría, al mismo tiempo que su único hijo, era arrestado por uno de los oficiales presentes en el lugar, el cual se encargó de colocarle las esposas, luego de sacarlo de la celda, y acompañarlo hacia el transporte que lo llevaría a la correccional de menores más cercana, donde permanecería hasta el día del primer juicio del caso de Quinn. Envolví a la chica de ojos verdes, quien parecía perpleja por toda la situación y acaricié su espalda para lograr que tomara algo de temperatura, debido a que la piel que estaba al descubierto se encontraba realmente helada. Austin nos dedicó una última mirada, bastante apenada y lo observé firme, prometiéndole que todo iba a estar bien. Sin embargo, y aunque no lo crean, no tenía idea de cómo empezar a reparar todo este gran problema y lograr sacarlo de ese asqueroso agujero donde iba a estar encerrado.

*2 horas antes*

Llegamos a la comisaría casi sin aliento. Recorrí el lugar de pies a cabeza en busca de un rostro familiar, pero mi ceño se frunció cuando me topé con Sebastian Smythe, junto con una enorme sonrisa en su delgado rostro y los brazos cruzados, mientras se reposaba en una de las columnas.

Sebastian: ¿Ackerman?- Retrocedí hasta que mi espalda chocó contra el cuerpo de Sam y lo observé sobre mi hombro, portaba una expresión de odio y desprecio- ¿Ustedes todavía siguen juntos? Es un milagro que alguien logre soportarte por tanto tiempo, Evans- El rubio quiso avanzar pero coloqué mi mano en su pecho para frenarlo- Es lindo ver a Quinnie nuevamente, quizás no fue tan íntimo como la vez anterior pero es una chica fácil de admirar- Soltó una carcajada sarcástica que provocó que Sam siga enojándose cada vez más- Lástima que no pude saludarla de la manera que me hubiera gustada, ya sabes...- Le guiñó un ojo con una mueca de lado, estando a una corta distancia de ambos- Sé que no vas a golpearme por más que lo desees- Me analizó de pies de a cabeza con lentitud- Al menos que quieras perjudicar más al hermano de tu noviecita- Tomó mi mentón para acercarme un poco más hacia él-

Sam: No te atrevas a volver a poner una mano sobre ella, porque no me interesará nada de lo que tengas para decirme- Le dio un empujón para que se alejara, logrando que el chico de la escuela privada se tambaleara con torpeza hasta lograr enderezarse. Acomodó su camisa azul dispuesto a responderle, pero fue interrumpido por la presencia de unos policías seguidos por 3 adultos y la misma Quinn Fabray, los cuales abandonaban la sala de interrogación- ¿Estás bien?- Se acercó a su mejor amiga preocupado y tomó sus hombros para que lo mirara- ¿Qué pasó allí dentro? ¿Te hicieron daño?- La rubia acariciaba sus brazos con la vista perdida y los labios entreabiertos. Hasta que por fin lo observó a los ojos, tratando de contener las lágrimas-

Quinn: Esto es su culpa...- Susurró en un tono casi imperceptible- Reed va a pagar por algo que no hizo, debido a ese idiota- Apretó sus labios, haciendo que las venas de su cuello se marcaran notablemente- Todo lo malo que me sucedió en este año es culpa suya- Se deshizo de Sam y se dirigió firme hacia donde Smythe parecía hablar con su supuesto abogado. Le sonrío modestamente en cuanto notó su presencia- Arruinaste mi vida- Cerró su puño derecho para estamparlo contra la mejilla del de ojos azules. Haciendo que todos los presentes se quedaran con la boca abierta, mientras Sebastian alzaba la vista tocándose la herida con expresión de dolor- Espero que eso te enseñe a no meterte nunca más conmigo ni con nadie que me importe- Limpió sus manos en su falda, para luego chocar los 5 con Sam, quien antes había alzado los pulgares orgulloso- Estoy bien, ya me desquité- Sacudió su cabeza con el mentón en alto, cuando una de las oficiales se acercó para frenarla, y desvío su mirada hacia la puerta, en cuanto ésta se abrió dejándonos ver a Clarice con el rostro extremadamente pálido-

Clarice: ¿Dónde está Austin? ¿Dónde está mi hijo?- Golpeó con ambas manos el escritorio llamando la atención de la trabajadora, pero a la vez, con la voz algo cortada- Tomaré su caso, tengo derecho a verlo... el parentesco no quita el hecho de que ahora sea mi cliente- La fulminó con la mirada, hasta que por fin se levantó de la silla y decidió guiarla hasta las celdas- ¿Quieres venir? Creo que le gustaría verte- Sus palabras llamaron mi atención, y ahora su voz era más calma. Observé a mis amigos, ambos asintieron dándome a entender que estarían bien. No tenía que preocuparme por Sebastian ahora. Caminé detrás de la madre de Reed- ¡Oh por Dios!- El rubio de cabello rizado se levantó de la especie de cama que había dentro, y se acercó hasta los barrotes- Te sacaré de aquí de inmediato. Solo déjame hacer unas llamadas e investigar un poco acerca del problema de la hija de los Fabray- Tomó el celular, pero Austin simplemente negó con la cabeza, bajando el dispositivo-