III

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Actualidad

Cómo ya era parte de su día a día Christopher se había levantado a las 6:00 de la mañana para ir camino al gimnasio. Le dejaría un beso de buenos días a Delta y se iría, para regresar a las 8:30 y encontrarla aún dormida.

Para su sorpresa, cuando se dispuso a regresar a casa no la encontró dormida, estaba en el piso de la sala empacando y revisando pedidos de la tienda, supuso que por el trabajo ya avanzado debió despertarse poco después de su partida.

¿Qué haces? —colocó el bolso que siempre llevaba para cuando fuera hora de tomar una ducha al terminar su entrenamiento, se acercó a depositar un beso en la coronilla de ella.

Delta suspiró y le dedicó una sonrisa:— Si llevo los paquetes antes de mediodía les llega un poco antes a los clientes y eso nos daría un par de días de descanso en las entregas.

—¿Necesitas ayuda con algo?

—En realidad sí, sólo me falta empacar otros tres ¿usarás el jeep justo ahora?

—No nena, en realidad iba a colocar la ropa en la lavadora. — le contestó al mismo tiempo que le entregaba las llaves de su camioneta.

Ella las recibió y le mandó un beso al aire en agradecimiento:—De acuerdo, subo esto a la camioneta, voy a la paqueteria y de regreso pienso en que cocinar. — pensó en voz alta.

Él detuvo su paso y regresó con ella.

—¿Que te parece si empacas lo que falta mientras yo hago lo que te dije? Después te ayudo a subir eso, lo llevamos y te invito a una cita improvisada al centro comercial.

Delta lo vio con un pequeño destello en sus ojos, él lo notó, sintió un calor en el pecho, sabía que a ella le gustaban esa clase de detalles mientras que a Christopher le gustaba hacerlo, los dos ganaban.

Acepto, porque quiero creer que la razón es que hace unos días no salimos y no por mi intento de comida casera.

Soltó una carcajada al escucharla, se inclinó a depositar un corto beso en sus labios.

La dejó terminar antes de que le diera un ataque de perfeccionismo y abriera de nuevo todos los paquetes solo para cerciorarse que se encontraba todo en orden.

Él, por su parte recogió la ropa que empezaba a acumularse en el cesto del baño, cuando ya había llenado la lavadora colocó prenda por prenda extrañado por no encontrar la parte baja de un conjunto de Delta, no es que él estuviera al tanto de la ropa interior de su novia, pero ella siempre se aseguraba de mantenerlos juntos, justamente para cuando era hora de lavar. Ignoró ese pequeño detalle. —¿Quién soy yo para juzgar? Mis pares de calcetines también se llegan a extraviar sin saber como.

Comenzó el ciclo de lavado teniendo la seguridad que cuando estén de vuelta en casa ya se habrá vaciado.

En la pequeña sala ya se encontraba Delta portando un vestido floreado, a él le parecía impresionante como incluso el vestido más simple ella lo hacía resaltar, como si fuera la prenda más elegante, decidió que el no se cambiaría que estaba bien con sus pantalones deportivos y su musculosa negra.

—Ya abrí la cajuela y metí unos cuantos. —le anunció

Le sonrió:— ¿Siempre serás así de desesperada?

𝑮𝒐𝒍𝒅 𝑽𝒆𝒍𝒗𝒆𝒕 ~ 𝑩𝒂𝒏𝒈 𝑪𝒉𝒂𝒏 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora