El Lazo Rojo.

Capitulo #2

[Parte #1 - El salón]

La atmósfera se encontraba quieta, tan quiera que podría perturbar a cualquiera que quisiera tratar de averiguar sobre su significado.
No era consciente de nada, de hecho la oscuridad me impedía ver incluso la más mínima mota de polvo del suelo, ¿Dónde me encontraba?

Varios minutos pasaron hasta que por fin tuve indicios de poseer mis sentidos auditivos en total funcionamiento, más que todo porque un chirrido horrorizante me resucitó de repente, pegando tal brinco que mi cabello blanquecino se quedaría erizado.

- ¿¡PERO QUÉ MIERDA!?

Miré a mis alrededores hasta ver a un enorme hombre de grandes músculos, ¡Era Marcus! Tras verlo me calmé un poco, bajando la guardia, sin embargo tras ver a una tipa de cuernos marcados y armadura oscura mirarme volvería a erizarme al instante.

- Calma, pequeña, no hay de qué temer- Razonó Marcus.

- ¿Quien es ella? ¡Intentó matarme?

Marcus se giró para ver a la muchacha cornuda quien tenía un rostro avergonzado, su sonrojo penoso me daba un indicio de que algo tímida era, pero aún así solté un suspiro resignada.

Levantándome del suelo por completo caminé hacia la muchacha y le ofrecí mi mano en señal de saludo. Con una sonrisa intentaba amigarme un poco de ella a pesar de mis dudas.

- Mucho gusto, ¡me llamo Red!

La fémina alzó la mirada cuyos ojos tendrían brillitos al verme.

- ¡Mucho gusto señorita Red!- respondió con emoción tomando con ambas manos la mía y agitando de arriba a abajo. Tendría los dedos entumecidos en poco tiempo hasta que nos separamos-. ¡Soy MaiMai_! Pero por favor llámame Mai o Amai, el segundo es mi nombre real.

¿Qué? ¿Podías decir tu nombre de verdad sin miedo a que te acosen por la calle? Ladeé la cabeza confundida mirando a Marcus, cuya expresión era la de un idiota amable sonriendo, su carisma en esa situación me daba mucho miedo.

- Es un placer Mai, ¿Por qué me da la impresión de que ustedes dos se conocen?

Ambos tontos se miraron para luego verme sonrientes.

- ¡Es porque nos conocemos!- respondieron los dos a la vez.

Esto iba a ser una molestia absoluta... Pero mantenía mi optimismo por querer aprender más de aquel mundo tan interesante, solo que a veces quisiera que la tierra me trague para siempre.

••••

Luego de varios minutos de plática habíamos decidido una manera de organizarnos, aunque los últimos 15 minutos parecían una charla de viejos colegas entre Mai y Marcus, sin contar con el hecho de que una especie de reloj había contado el tiempo todo este rato. Aclaré mi garganta, soltando un "Ejem" llamando la atención de los dos coleguitas.

- Entonces...- empecé -. ¿Me explican de qué va esto?

Se quedaron en silencio, solo me les quedé viendo hasta que de repente sonó un click que provino del reloj, fué hasta entonces que sonrieron nuevamente con su chistosa risa de "No te diremos". Me crucé de brazos y los amenacé a los dos con mi dedo índice mientras les dediqué una expresión de molestia absoluta.

- ¡Dejad de jugar conmigo! ¡O me dicen ahora o los fusilo aquí ahora mismo!

Marcus se acercó a mi, tomándome de los brazos para colocarme en su hombro y verme sonriente.