Una puerta cerrándose detrás de mí provocó un leve sobresalto, mi piel en respuesta comenzó a generar una textura parecida a la de un pollo asustado.— Muy bien Komēn, lamento la tardanza— el profesor directivo luego de entrar en la pequeña oficina se sentó frente a mi para verme con desaliento.
— Por favor, si tiene malas noticias es mejor que me deba comentar ahora. No luego, no mañana, no pasado— bajé mi mirada derrotada y sabiendo las consecuencias de mi destino—. No tenga la compasión que siempre me ha tenido, sensei.
Hubo un silencio abrumador para ambos, sin embargo, el docente aclaró su garganta con algo de incomodidad. Luego hizo contacto visual relamiendo sus secos labios.
— Estás suspendida por una semana en consecuencia por la agresión a tu compañera Omoko.
— ¡Lo sabía! ¡Sabía que esa maldita perra te hizo algo!— encaré a mi maestro señalando su rostro asustado con mi índice, teniendo una mirada amenazadoramente desolada y triste—. Eres culpable de mi suspensión, ¡De todo realmente! ¿Cómo pudiste traicionarme así luego de tu promesa? ¿¡Cómo pudiste!?
Grité, golpeé la mesa y después agarré mi mochila para salir de la oficina. Lágrimas de impotencia cayeron al suelo en aquella entrada de mal augurio.
Solo pasé mi mano temblorosa para limpiar las gotas y proceder a salir del instituto, resignada.La carretera ancha y grande se alzó ante mi, una estudiante de penúltimo año que acaban de suspender por una tontería y aparente irresponsabilidad.
Solté un suspiro y atravesé el infierno terrenal hasta llegar al otro lado, caminé sin pensar en absolutamente nada, miraba el suelo concentrada en ideas sobre la sed de sangre, pero una mano con un panfleto apareció ante mí.
— ¡Hola chica bonita! ¿Ya has visto los nuevos juegos de este verano? ¡Hay promoción en equipos de realidad aumentada premium! Dicen que son excentes en cuánto a críticas y calificaciones.
Un extraño hombre pez me dió una charla comercial de videojuegos, a lo cuál en primer lugar no me convencería demasiado, pero viendo bien el cargado panfleto, una extraña corazonada entró en mi mente como si de un rayo de tratase.
[¿Juegos? ¿Acaso este idiota planea estafarme con juegos baratos online?]
— M- muchas gracias... Pero creo que paso — dije avergonzada.
— ¡Oh, por favor! ¿Eres novata en este mundo? Podría interesarte.
— No lo hace.
— ¡Vamos, puedes darle una oportunidad!
— No lo creo— fruncí el ceño.
— ¡Hazlo por mí! ¡Porfis, porfis!— una maldita cara de perro apareció frente mío mientras el mismo sujeto se humillaba bailando la macarena de extraña manera.
— ¡Dije que no!
— ¡Te doy descuento! ¡Un 25%! ¡No! ¡Un 75% por ser tu primera vez!
Mis ojos se iluminaron cómo estrellas en mar abierto.
— ¡Hecho! ¿Dónde está la tienda? ¡Dime, maldita sea!
••••••••
— ¡Bienvenida al pescado escudero! Por favor siéntase libre de escoger nuestros mejores productos— mi cara no podía expresar tanto arrepentimiento al ver la atroz decoración de la tienda.
— M- muchas gracias, supongo... ¡Estaré viendo por ahí!
Salí corriendo a la sección más alejada de la caja, dónde encontraría varios cajones promocionales de juegos de extraña procedencia.
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El Lazo Rojo.
MaceraDesorganizada, rebelde, ardiente y muy tenaz. Komhēnka Tymochenkaēn Henkaēn, o mejor conocida como Komēn, se verá envuelta en una aventura virtual que cambiará por completo su vida al encontrar un sentido a su existencia. Jugar videojuegos multijuga...