El Lazo Rojo.

Capitulo #3

Hace unos cuántos días había visitado a alguien luego de haber salido de la escuela. La Central De Tratamiento Urgente [CTU] fué aquél destino, no era algo que me emocione mucho que digamos. Mi padre no había mejorado para nada en los últimos tiempos, su cáncer seguía expandiéndose constantemente y me informaron que lo tenía en los riñones e incluso un brote recién formado en el pulmón derecho.

Me sentaría en la banca de un parque cercano al sitio, pensando sobre la vida del único familiar vivo que tenía, cuyo tiempo estaría contado.
Normalmente para otras personas aquello sería algo desgarrador, pero en mi caso no lo sería, podría decir que me lo tomaba como algo natural, normal, algo que solo sucede.

Me levanté y seguí caminando a casa como de costumbre, esperando que sus últimos días sean aunque sea menos dolorosos. Cuando entré en la habitación le dejaría una cajita musical como las que él me solía regalar de pequeña.
Seguí dando pasos con mucha calma, sin dejar que eso me afecte del todo, ¿De algo debemos morir, no?

••••

La hoja de la espada me pasó muy cerca del cuello, pero al estar tan aterrada y con el corazón a punto de explotar, me daría cuenta de que la atacante se hallaba tirada en el piso, tosiendo por la falta de aire.

"Red, ¡Red!, ¿Estás bien?"

Oía voces un poco inaudibles a la distancia, mi visión borrosa volvía a enfocarse para ver una silueta que me tomaba de los hombros y cabeza, se notaba preocupada.
Al parecer Mai fué a socorrerme, pero la pregunta es, ¿Cómo? ¿Cómo le dió el tiempo suficiente para llegar? No la tenía presente en el mini mapa, sin embargo no me hice más ideas y me levanté, escupí al suelo para después colocar mi brazo en el hombro de mi salvadora.

- Dios, te lo agradezco muchísimo Mai, sin tí habría muerto de una forma poco heroica- recuperé mi aliento luego de unos segundos, todo para darme cuenta que esa chica huyó del sitio-. ¿Dónde...?

- Huyó - respondió Mai reposicionando su hacha de guerra, me miró con una expresión de mucha seriedad -. Es la jungla enemiga, quiso aprovechar que su mid rotó para poder sacar ventaja ya que no eres muy experimentada.

- ¿Qué? ¿Cómo sabes todo eso?- pregunté confundida y sin haber entendido la mitad de las cosas que dijo.

- Red- me llamó con un tono grave de voz-. Este modo de juego es estrategia pura, debes tener en cuenta las ubicaciones de tus enemigos y sus movimientos, ¿Entiendes?

Asentí con la cabeza, parece ser que lo que había pasado en todo este tiempo era algo propio del juego, algo muy normal que sucedía. Yo, por el contrario, al no tener tanto conocimiento como Mai o Marcus, solo me limité a suspirar con pesadez, luego quité mi mano de su hombro y comencé a devolverme a base con el hechizo de canalización.

- Necesito recuperarme, ¿Puedes disculpar mi mala jugada?

A pesar de mis intentos de disculparme, Mai solo me miró con dulzura y me dió una palmadita en la espalda para adentrarse en la jungla nuevamente.

- Es normal no saber qué hacer en estas situaciones cuando eres una novata- me consoló por el comunicador -. Equivocarse es bueno, Red, al menos cuando aprendes de tu error. No lo olvides.

Brillitos en mis ojos aparecieron luego de sus ánimos, entonces aparecí en la plataforma de la base, una vez ahí gasté el poco oro que tenía en objetos mínimos como 2 libros mañosos y un item pequeño que me daría 25 de armadura.
Corrí hacia mi línea lo más rápido que pude, pero entonces me paré en seco al recordar que tenía habilidades como la que lancé hace un rato. Miré el tiempo de partida y solo habrían pasado 15 minutos desde entonces.