Latidos.

Capítulo 10.

-Un año había pasado desde que Rodrigo e Iván se habían hecho novios, Adrian estaba en la cárcel con cadena perpetua por haber cometido múltiples delitos y lo que hizo a Rodrigo, mientras qué Rodrigo había tomado terapia para superar lo que le había pasado, ahora podían ser felices.-

ㅡMañana cumples dieciocho, ¿no estás emocionado?

ㅡMm.. Maso, no se si quiero vivir una vida adulta, debe ser difícil..

ㅡTe tengo una sorpresa para tu cumpleaños, te la daré ahora porque la verdad ya no puedo esperar más.

-Sacó unas llaves de su bolsillo y se las entrego a Rodrigo.-

ㅡ¿Mmh? espera.. ¿Es lo qué creo que es?

ㅡLa casita juntos mi amor, tendremos la casita juntos y mis padres ya no podrán interrumpir nuestra relación, solo estaremos vos y yo juntitos en la casita.

ㅡ¡Y Barry!

ㅡBarry también bebé.

ㅡ¡Te amo, te amo mucho Ivi!

-Se lanzó hacia sus brazos siendo cargado por Iván, quien había estado mucho tiempo en el gimnasio solo para poder cargar a su novio.-

ㅡYo te amo más bebé, te amo mucho.

ㅡLe voy a contar a Ger y a Tomi.

ㅡEllos ya saben.

ㅡ¿Eh, por qué?

ㅡTodos lo sabían, era una sorpresa para vos, mañana iremos a la nueva casa y verás que hay un montón de regalos dentro, de parte de todos, de Ger, de Tomi, de Lucas, de Martin, de Nico, de tus papis.

ㅡSos lo mejor que me pasó.. Para tu cumple también tengo muchos regalos, un regalo que no vas a creer lo que es.

-Rodrigo tenía preparado una reconciliación de Iván y sus padres, había hablado con ellos y tras muchos intentos logró que lo aceptarán, y que en su cumpleaños estuvieran para Iván.-

ㅡEstoy muy ansioso de saber que regalo me tenes.

ㅡTe va a encantar amor, en serio.

-Le dio un tierno beso para luego abrazarlo cariñosamente, amaba a Iván e Iván lo amaba a él, ¿qué más podía pedir?-

-Se sentaron sobre el sillón de la habitación, Rodrigo sobre Iván, y Barry, su gatito, al lado de ellos acurrucado entre los peluches que se encontraban allí.-

ㅡ¿Unos besitos para tu novio?

ㅡEn camino~

-Le dio besos por todo el rostro hasta llegar a su boca y comenzó a besarlo dulcemente.-

ㅡ Cariño, estas muy lindo.

ㅡVos igual.

ㅡSeguis siendo igual de tierno que cuando nos conocimos.

ㅡYo cada vez más pequeñito y vos cada vez más viejo, viejo sabroso.

ㅡ¿Soy viejo solo por decirte que te abrigues?

ㅡSi, viejo sabroso.

ㅡEs que siempre estas tan descubierto que siento que te resfriaras.

ㅡEs algo que diría mi mamá o mi abuela.

ㅡY tu novio que te cuida mucho siempre, no quiero que a mi futuro esposo le pase algo, ¿entiendes?

ㅡSi amor, entiendo.

-Rió dejando caer su cuerpo sobre el del azabache.-

ㅡBebé, yo te dije tu regalo, decime el mío ahora.