Choose ; Luckity/Quackbur

O4

Salavrga banda, gano el quackbur. Pero en fin, les dejo el cap.
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Los tres chicos se encontraban dormidos, ya que este día había sido tan pesado, principalmente para el de lentes ya que ese "viaje" que lo trajo a Karmaland le había sido pesado. Pero no le importaba, él estaba feliz por estar a lado de Quackity.

Se podría decir que durmió como un bebé.

A la mañana siguiente, el mexicano fue el segundo en levantarse, miró las camas de los castaños y, obviamente Luzu, fue el primero en delantarse. Reviso el chat para ver unos mensajes del ojirubi.

***
Luzu---->(Quackity): Buenos días Quacks :D.
Luzu---->(Quackity): Tuve que irme temprano a mi casa, tengo unas cosas que hacer. Y se te olvido a Calamardo y Tenta-Culos acá.
Luzu---->(Quackity): Les deje algo para desayunar. Nos vemos luego. Tqm <3
***

El de gorrito sonrio al leer los mensajes del mayor, le respondió con un "¡Gracias Lusuu! Yo también te quiero mucho <3"

Dejo de mirar al chat para dirigir su mirada al británico que todavía está dormido. Se veía muy cómodo y relajado.
Con cuidado se levantó sin hacer ruido y salir del cuarto para ir a la cocina, miró en la mesa el desayuno que Luzu les había hecho.

Hoy sería un gran día, saldría con Wilbur para seguir con su recorrido por Karmaland.
Estiro sus brazos al aire, sinceramente, aun no se le iba la flojera.

Escucho unos pasos dirigirse a la cocina, volteó a ver al castaño bostezar y tallarse un ojo. Le sonrio animadamente a Wilbur.

—¡Buenos días, Wilbur!—Saludo alegremente.

—Buenos días, Darling.—Le respondió dándole una pequeña sonrisa.

—Lusuu nos dejó el desayuno.

Wilbur miro a la mesa y ver dos platos con pan y carne. No iba a negar que la cena de ayer, Luzu cocinaba realmente bien, pero una parte suya le decía que esa comida podía tener algo y muriese.

Puede que el ojirubi llegue hacer atrocidades pero dudaba que lo hiciera y más enfrente del mexicano. Dio un suspiro y se sento en la mesa y tomar su plato.

Durante el almuerzo, podía sentir la mirada de Quackity, no le molestaba, pero podía jurar que lo llevaba viendo desde que comenzó a dar el primer bocado. Alzo la mirada e hizo una mueca al ver que no ha tocado su plato, pero no iba a reclamarle. Quackity tenía su máscara puesta.

—Una vez que termine de comer, puedo irme y que tu pue...

Ni siquiera termino de hablar, y ver como el más bajo llevaba su mano a la mascara y ver como se la quitaba. Wilbur trago saliva nervioso pudiendo ver su rostro de nuevo.

Nariz pequeña y respingada, labios no tan gruesos y rosados, mejillas un poco regorditas y pequeñas pecas adornaban estas, eso le gustaba de él, y sus ojos, grandes y heterocromaticos más esa cicatriz en su ojo izquierdo.

—¿Porqué...?—Mordió su lengua viéndolo—, es era necesario, Quackity.

—Tu has dicho que me viste así muchas veces antes ¿No es así?, yo, confío en ti Wilbur.—Le respondió y le dio una sonrisa y Wilbur no pudo evitar sonreír.

—Eres adorable, Darling.—Le dijo sin pensar, eso no le importaba, antes llegaban a decirse este tipo de cosas.

—Y tu muy guapo, Wilbur.

Ambos rieron y siguieron con su desayuno.

Ahora se encontraban afuera de la casa de Quackity, listos para emprender una aventura y conseguir materiales para el británico, que lastimosamente ayer no lo hicieron por su magnífica idea de meterse solo a la cueva sin los castaños.