Choose ; Luckity/Quackbur

O8

—Uh... No pensé que se fueran a pelear.—Dijo el ente viendo a los castaños acostados en una cama que les había hecho Rubius.

—Pues por sus mamadas, jefa, nomas por su carta chingao.—Reclamo el menor.

—A mi no me hables así, malagrecido de mierda.—Regaño dándole un zape.

—La mejor mamá.—Se burlo el híbrido oso.

—¿Ahora que vas hacer, mijo?—Pregunto el peliblanco viendo al de la mascara—, ya supiste que les gustas, gracias a su pelea de gays.

—¿Supiste?—Pregunto confuso—, ¿No seria supimos?

—Es que eres retrasado, mijo.—Respondió Staxx.

—Hacia su puta madre se ve que tenien sentimientos hacia a ti.—Agrego Rubius viéndolo.

—Y como eres distraído, no te diste cuenta, hasta es más seguro que el pueblo se hay dado cuenta antes que tú. —Río Willy.

—En ese pueblo rápidamente se difunden los chismes.—Suspiro Staxx sobandose su cien.

—No... No se que hacer.—Suspiro cansado el mexicano.

—¿Sientes algo por ellos?—Cuestionó el noruego.

—Es muy confuso, al estar con ellos siento bonito aquí—Explicó tocandose el pecho donde se encontraba su corazón—, sí acepto a uno me voy a sentir mal por el otro, además, una relación de tres seria muy mal. Pero siento una sensación de que no lo es, como si ya hubiera estado en una...

—¿Haz tenido un poliamor?—Pregunto alzando la ceja.

—¡No lo se! He t-tenido memorias, sentimientos, a-acciones que no puedo explicar.—Quackity se sentía tan mal, le faltaba el aire y unas ganas de llorar.

Sintió unos brazos rodearle. Levantó la mirada y eran sus mayores, le estaban dando un abrazo cálido.

—Tranquilo Quacks, todos talvez hemos sentido esas emociones cuando recordamos cosas de nuestro pasado.—Hablo suave el oso.

—Pero si alguna vez llegas a recordar algo, que tu yo de ahora no quiere hacer como tu yo del pasado—Siguió Willy—, simplemente olvídalo. No lo hagas, no te vuelvas hacer daño tu mismo otra vez.

—P-pero, siento que tengo una sed de v-venganza contra alguien—Titubeante, el menor no dejaba de temblar—, de que me a-arrebato a una persona de en mi v-vida.

—Mijo, se ha dicho que tu no eres de aquí, no provienes de la línea temporal de Karmaland—Hablo el ente—, puede que tu yo del pasado tenga ese remordimiento, pero nunca lo vas a encontrar ese motivo aquí, de que sirve seguir buscando una venganza que no puedas conseguir en este lugar.

—No vale la pena ir rumbo tras rumbo donde esa persona nisiquiera existe aquí.

Hay tantas cosas que Quackity no podía pensar bien, en sus sueños, no, memorias, cada vez podía ver con claridad rostros con los que alguna vez fueron sus amigos.

Ver con claridad escenarios donde se involucraba.
En donde se suponía que iba ser una ejecución a una persona que su cabello y piel eran de tonos rosados.
Como personas interrumpieron ese lugar, y sus aliados trataban de que no hubiera interrupción de la ejecución, un idiota le lanzó un tótem al prisionero justo que un yunque caería sobre él.

Lucho con la persona que iba hacer ejecutada.

Que acabo con una maldita cicatriz gigante en su rostro.

Eran tantas cosas que no sabia como mantenerse firme, sentía que una de esas se podía desmayar.

Pero el abrazo que le ofrecían sus jefes y el oso le calmaba.