Nuestra Esencia - Lukloé (Miraculous Ladybug)

8. "Atención"

-¿Están bien chicos?.- preguntó Chat a los tres chicos que estaban en una esquina. Los cuales asintieron.- ¡Salgan de aquí! Scarabella...Tienes que ponerte seria.- Le pidió el minino al remplazo de su habitual compañera. Scara era buena, pero se ponía mucho en el papel de heroína de comics y eso interfería con la funcionalidad del equipo.

La portadora ocasional del miraculous de la Mariquita asintió con una sonrisa y empujó hacía afuera a la villana.

El trío de amigos se escapó corriendo por el pasillo hasta las escaleras de servicio.

Mientras las chicas corrían delante de Luka esté se detuvo al ver un compartimiento en la pared.

-¿Que es esto?.- Preguntó el mayor a la rubia, la cual estaba muy ansiosa como para responderle adecuadamente.

-¡¿Porqué te detienes?! Solo es un armario del servicio.- Gritó la rubia desesperada por salir de las escaleras, del hotel y de París si era posible.

Luka abrió el compartimento y sacó unas tenazas. La rubia sonrió y al igual que la azabache se pusieron en posición para permitir que el mayor cortara la cadena.

-¡Bien!.- Sonrió Marinette al finalmente estar liberada y comenzó a caminar hacía la azotea a lo que Chloé le cortó el paso sosteniéndola de la mano.

-¿A donde crees que vas?.

-Eh...Yo...- Comenzó a balbucear, necesitaba una excusa.

Luka, quien sabía la identidad de Ladybug, sabía que Marinette debía cambiar posiciones con Scarabella, pero también estaba preocupado, Solitaria estaba tras ellas y cualquiera fuera amigo de Chloé, era peligroso y confiaba que la suplete de Ladybug haría un buen trabajo, Marinette debía confiar también.

-No debemos interferir en la tarea de Chat Noir y Scarabella.- Comentó el de mechas azules.

La azabache bajó la mirada y se preguntaba si estaba bien dejarle a Alya aquella tarea, sabía que Rena Rouge era buena heroína, sabía que Alya era leal y confiable, pero no había otra portadora del Miraculous de la Mariquita como Ladybug.

Levantó la vista al sentir dos manos en sus hombros, la de Luka y la de Chloé. Se sorprendió, normalmente eso era algo de Luka, ambos se miraron al darse cuenta de lo que habían hecho y se sonrieron entre sí.

Marinette lo sintió en ese momento, ese par tenía química, del mismo tipo de química que compartían Nino y Alya, un entendimiento más allá de sus diferencias como Juleka y Rosita o Myléne e Ivan. Sacudió la cabeza, no quería pensar en esa posibilidad.

-Salgamos de aquí.- Comentaron al unísono y comenzaron a correr hacía abajo.

El plan era que Luka y Marinette se fueran en la motoneta de la azabache, por lo que los tres se dirigían a la entrada del hotel.

-Una vez que ustedes se vayan ya no correrán peligro.- Dice la rubia adelantándose.

Marinette negó con la cabeza.- ¿Y que hay de ti, Chloé?.

La rubia tenía la mano sobre la mesa de recepción y la mirada baja.- Sabrina...Ella...

-¡¿Sabrina?! ¿Ahora te preocupa Sabrina? ¿Luego de que la ignorabas cuando te hablaba en la azotea?.- Marinette levantó la voz y se enfureció, el cinismo de Chloé la estaba sacando de sus casillas.- No puedo crees que hagas de cuentas que te importa Sabrina luego de tratarla como una sirvienta ¡Es por eso que no quiero que te le acerques a Luka! ¡Eres nociva y egoísta! Quieres ver todo girar a tus órdenes y si alguien se niega te aseguras de hacerle la vida imposible.

Los tres quedaron en silencio un momento.

La rubia sabía que tenía cierta razón y en el último tiempo, gracias a su suspensión, estuvo pensando en esos detalles. Quería dejar de ser esa persona, se había comenzado a odiar mucho.