.𝔻𝕚𝕒𝕞𝕠𝕟𝕕 ℕ𝕚𝕘𝕙𝕥𝕤.

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☘︎ 𝑺𝒊 𝒆𝒍 𝒇𝒖𝒕𝒖𝒓𝒐 𝒏𝒐 𝒍𝒍𝒆𝒈𝒂,
𝒃𝒖́𝒔𝒄𝒂𝒎𝒆 𝒆𝒏 𝒕𝒖𝒔 𝒔𝒖𝒆𝒏̃𝒐𝒔. ☘︎

Sentía que mis músculos estaban congelados mientras miraba al frente, la imagen sin color se mantenía presente repitiéndose una y otra vez, como película rayada

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Sentía que mis músculos estaban congelados mientras miraba al frente, la imagen sin color se mantenía presente repitiéndose una y otra vez, como película rayada.

El gran escritorio de caoba crujía mientras de la ventana muchas luces brillaban, como si el sol entrase por una ventana rota, pero no había cristales por ningún lado. Encima del escritorio, podía ver la luna, en su fase llena. Por más que intentase no podía hablar. De mis manos, caían grandes ríos de algo que parecía sangre.

Y en el suelo, justo frente a mí, estaba el.

—¡Ran!.-grité despertándome. El sudor corría por mi frente colándose en mis ojos y haciéndolos arder, miré por todos lados hasta caer en cuenta que estaba en mi habitación, solo un mal sueño.—¿Estás bien, Hikaru?.-la voz de Chimi al otro lado de la puerta llamó por mi, trague dolorosamente saliva.—S-Si, solo una pesadilla.-dije.

—Baja pronto a desayunar, nena, me puedes contar ahí.-dijo y escuché sus pasos alejarse. Miré mis manos y solo veía su color pálido, en el espejo de frente, mi cabello se pegaba a mi rostro como grandes cortinas de color avellana y mis ojos estaban inyectados en sangre, el rosa se volvía rojizo en mi iris. Draken siempre dijo que mis ojos eran como cuarzos de color rosa, cargados de la energía que necesitaban ellos.

—Solo una pesadilla...solo eso -me recordé mientras tomaba una rápida ducha, en mi pequeña mesa, los papeles seguían. Dude un poco pero ahora tenía que enfrentar a ese chico y todas las oscuras intenciones con mi persona.

Los tomé y guardé en mi mochila, los había llenado desde la primera noche, ¿Entonces por qué había dudado tanto? Tal vez mi miedo, pero Mitsuya siempre decía que los enemigos se mantenían aún más cerca, pero lejos lo sentía mejor.

«Solo hago esto por la paga.» me recordé. En el pequeño comedor, estaban Sora y Masaway. Chimi entraba del otro lado trayendo una gran torre de panqueques.—Come, te ves muy pálida.-dijo y atrajo la atención de los otros dos.-Solo tuve una pesadilla, tranquilos.-dije para no preocuparlos más, pero parecía tener un efecto contrario.

—¿Has tomado tu medicina?.-preguntó mi hermano en voz baja, asentí levemente.—Por la noche iré con Mitsuya a conseguir más, tranquilo.-dije y Sora pareció relajarse.

Lo acompañé a clase y por cerca de veinte minutos me quedé mirando los trenes pasar. «Tal vez es una estupidez.» me repetí por séptima vez, apreté un poco mis dedos alrededor de las correas y me decidí a tomar el siguiente tren para llegar a la oficina. Seguía siendo el mismo color ladrillo viejo, las mismas personas apresuradas entrando y saliendo del lugar, las puertas giratorias se veían imponentes.

Tal vez solo estaba en mi mente, el miedo podía crear grandes ilusiones mentales.—B-Buen día, vengo a dejar mis...-

—¿Tiene cita?.-la señorita de la entrada me miró fríamente, negué lentamente.—Puede sacar cita para ser recibida en uno o tres meses...estamos actualmente muy ocupados.-dijo y mordí mis labios.—Y-Yo vengo con el señor Haita...-

Noir. [RAN HAITANI x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora