. ℂ𝕠𝕣𝕒𝕫𝕠𝕟𝕖𝕤 𝕧𝕚𝕟𝕔𝕦𝕝𝕒𝕕𝕠𝕤 .

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☘︎ 𝑩𝒊𝒆𝒏𝒗𝒆𝒏𝒊𝒅𝒐𝒔 𝒂𝒍 𝑩𝒍𝒐𝒐𝒅𝒚 𝑪𝒂𝒓𝒏𝒊𝒗𝒂𝒍,
𝒔𝒂𝒏𝒈𝒓𝒆 𝒚 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒓𝒖𝒄𝒄𝒊𝒐́𝒏. ☘︎

—No te vayas

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—No te vayas...-la voz de Sora era apenas un susurro, sus dedos fríos eran como grilletes a mi muñeca pero si tiraba de ellos tenía la impresión de que se romperían en mil pedazos, todo en mi hermano menor daba esa impresión. 

En un par de días que pasó secuestrado toda su vitalidad parecía...succionada.—¿Cómo diste con el lugar? Maldición.-aunque odiaba tener que buscarlo sabía que sería el único que llegaría pronto a dónde quiera que yo estuviera.—Perdón, eres el único que estaría cerca de la zona...-mentí, sus ojos ambarinos eran honestos, estaba furioso pero sobre todo, confundido.

Evité a propósito su pregunta y un gran suspiro escapó de sus labios.—Se que no te gusta la idea, pero Sora tal vez debería...-

—No le robaré su humanidad a mi hermano menor, Taiju.-no es que me desagradara el mayor de los Shiba, pero sabía que el podría auxiliarme, cómo lo hizo años atrás cuándo decidí partir con Sora al norte.—De cualquier forma deberías volver a Shibuya, Takashi ha llamado a todos nosotros buscándote, ¿Que hiciste durante estos cinco días?.-podía distinguir como sus fosas nasales se hinchaban, además sus colmillos eran imposibles de ignorar a pesar de la poca luz del local.

Un gran y lujoso restaurante, si mal no recordaba era su sexta sucursal en Honshū.—Buscar a Sora, nada más.-me gustaría no mentirle a la gente que me había ayudado en anteriores ocasiones, pero no podía delatar así a Ran pues de todos, era quién más había hecho por mí a pesar de ser enemigo en toda la palabra.—Será mejor que nos pongamos en movimiento, si estaba escondido así, significa que ya han comenzado.-dijo Taiju.

Su semblante oscilaba entre angustia y furia, el odiaba también esa estupidez en la que nos veíamos atados de ojos y manos, pues de no detener lo que fuera esto, habría una gran matanza esa noche.—Dejaremos a Sora junto a Yuzuha en una casa de seguridad en Omotesando, después te llevaré con Takashi, son órdenes mujer.-tal vez eso último lo decía por el desagrado en mi rostro.

No había visto a Mitsuya en poco más de una semana, pues yo misma lo estaba evitando para no romper más nuestro vínculo y sobre todo, mi corazón.—Hi-Hikaru...-miré a mi hermano menor estirar su mano para tantear la mía, me acerqué sin duda mientras Taiju iba tras una puerta, varios automóviles se vieron reflejados por la corta luz.

—Fuiste muy fuerte allá, Sora.-mis dedos viajaban por su mejilla, fría y seca.—No...hay algo más...-sus ojos peleaban por mantener la consciencia, pero sería imposible.—Debes dormir, pronto estaremos en casa.-me gustaría decir que todo estaría bien, pero mientras más oscurecía, menos estaba segura.

—No, hermana...Ellos...-sus palabras se fueron cortando hasta hundirse en el sueño, Taiju le había administrado somníferos, con tantas heridas y falta de sangre Sora podía sufrir un colapso, por eso lo llevaríamos con Yuzuha y Hina, ella cuidaría de mi hermano menor y yo podría concentrarme en esa estupidez.

Noir. [RAN HAITANI x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora