.ℍ𝕚𝕛𝕠𝕤 𝕕𝕖 ℕ𝕒𝕕𝕚𝕖.

149 22 1
                                    

☘︎𝑰𝒏𝒄𝒍𝒖𝒔𝒐 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒑𝒆𝒏𝒖𝒎𝒃𝒓𝒂,
𝒃𝒓𝒊𝒍𝒍𝒂𝒎𝒐𝒔 𝒆𝒏 𝒃𝒍𝒂𝒏𝒄𝒐.☘︎

Tal vez la vida era diferente a lo que yo podía planear

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tal vez la vida era diferente a lo que yo podía planear. Mi cuerpo pesaba y sentía que sudaba a mares, en mi reflejo no había nada extraño. Únicamente algunas gotas que probablemente solo yo veía.—Perdón por meterte en esto, Hikaru.-susurró Mitsuya mientras ajustaba un poco el corsé.

El peliplata siempre se preocupaba por mí, ¿Cómo podría dejar de hacer lo que pidiera? Siempre mi debilidad por los que amaba me impedía negarles todas sus peticiones. Kenny decía que un día moriría por ser así, sin embargo jamás nadie de mis amigos se aprovechaba de mí.

Estaba muy agradecida de tener a todos ellos en mi vida, aún si era complejo permanecer en ese mundo que nos movía. Los reflectores me cegaban un poco, miré alrededor y noté de nuevo esa mirada en el fondo del recinto. No lo veía pero sentía sus ojos en mí y en mi mente repetía constantemente ese violeta de sus iris.

—Solo debe posar, señorita.-dijo el director como si fuera lo más fácil del mundo. Miré a Mitsuya que me daba una sonrisa amable y alentadora. «Siempre como el Sol» pensé y respiré un par de veces. Durante el bachillerato yo había ayudado a Mitsuya con su taller, conocía un poco y ahora no debía defraudarlo.

Me recosté sobre el sofá de terciopelo y miré fijamente a la cámara, el flash me cegó pero no parpadeé. Después de un par de disparos más, cambiamos de posición. Cuándo me puse de pie, pude verlo sonreírme de nuevo, estaba por salir del lugar en silencio. Un chico de cabello verde musgo le indicaba la salida, me miró de arriba a abajo y mis mejillas comenzaron a arder.

Después de todo, el corsé se ajustaba tanto que mis pocos pechos se veían llamativos y sugerentes en ese vestido rojo borgoña.—Cambiemos de locación.-dijo el director satisfecho, incluso parecía olvidar que yo era una novata y me daba una falsa sensación de alivio.—Lo está haciendo bien, señorita.-dijo una chica del staff. Me sonreía amablemente y eso me ayudó un poco.

Pero el solo recordar que ese chico estuvo ahí, me ponía paranoica. «Es obvio que se dió cuenta era yo.» pensé mientras me cambiaba.—¿En que mundo está tu cabecita?.-la voz de Mitsuya me trajo de vuelta cuándo salí al recibidor, afuera ya era casi de noche, el trabajo de modelo siempre pensé era sencillo pero mi cuerpo pesaba y dolía como nunca antes.

En verdad era un mundo exigente y poco amable si te dejabas vencer.—A-Ah, nada...solo estoy un poco cansada...-susurré desviando la mirada, no podía decirle que pensé todas esas horas en la presencia de aquel vampiro...¿Cómo se llamaba?.

—Ran...-susurré.—¿Dijiste algo?.-preguntó Mitsuya, sus ojos se veían un poco asustados, negué rápidamente.—P-Pensé en que podríamos pasar a comer Ramen con los Kawata...Sora debe estar ahí.-dije y el asintió mas tranquilo.—Draken ya está allá, ¿Quieres que caminemos juntos?.-preguntó y mi corazón revoloteó de felicidad.

Noir. [RAN HAITANI x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora