El Circulo

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Era una especie de club donde podías pelear para ganar algo de dinero o saldar cuentas con alguien, habían pocas reglas y si no las cumplías, tendrías a todo el circulo hurgándote el culo. Buscaban que pagarás según cuan grave fue tu falta, una especie de ojo por ojo. Yo, bueno yo era uno de los que se dedicaba a pelear ahí, obtenía lo que quería siempre que ganara, mujeres, dinero, contactos, todo lo que creía que podía pedir.

Esta noche era algo especial, llegue con Matías, un amigo que me recibió cuando tuve mi primera paliza, moretones por aquí, otros por allá y uno que otro corte en la ceja. Una buena persona, de esas a las que podrías pasarle un millón y te entregaría un millón y un peso mas.

Sentía el bullicio de la gente, uno que otro dándoselas de don Juan, gente peleándose por dinero, drogadictos pasándose eso, bueno, eso que los deja feliz y ahí estaba yo, preparándome para lo que venia, era mi décima pelea, ya no estaba tan nervioso aunque sentía la adrenalina corriendo en mi, ya veia lo que iba a pasar, iba a ser difícil, pero se que podia con eso.

El público formaba un círculo a nuestro alrededor, chocamos puños y comenzamos, lanzó un gancho derecho, logro esquivarlo y asesto un uppercut directo a su mandibula, era algo sencillo, tenia una falla en su defensa inferior asi que arremetí contra él, una finta arriba con la izquierda y un golpe directo a su muslo, hizo un giro y logro ver su pierna levantandose y de pronto frena y logra darme en el abdomen, pierdo el equilibrio y se abalanza conectando golpes, siento algo tibio, es sangre cayendo de mi cabeza, quiza la ceja pero no le doy mayor importancia, logro recuperarme y lo llevo al suelo y logro hacer una llave, lo sentia, sentí su aliento relajarse en medio de el forcejeo para librarse, apreto aun mas fuerte,ya no golpea fuerte, comienza a ceder y se desmaya.

Todo culmino con una gran euforia de la gente, no sentia mucho, me sangraba la ceja, y me dolia el abdomen, deje el cuerpo y llegaron a hacerle curaciones para que volviera en si, las chicas se amontonaban por verme, me abrí paso y me acerco a Matías
-Parece que mejoraste un poco- me dice mientras golpea mi brazo
-Si, aun que me siento como si me hubiesen golpeado
-Eres un maldito idiota sabes; ¿Quieres ir a beber algo?
-No gracias, en este momento necesito una ducha y un buen conteo de billetes que me alegren el bolsillo.

La Vida De Mis Sueños Es RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora