amor agonizante

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- Te amo mi pequeño angelito- Murmuró Belos abrazando al menor con cariño. Aquel acto era extraño y nuevo para el, la calidez era abrumadora pero tranquilizante, desde que estaba en el orfanato este sentimiento era escaso, tal vez ahora que vivía con su tío esta calidez sería eterna.

Su inocente mente no sabía a lo que se refería Belos con esas palabras. Si su mente hubiera sabido al menos que era una relación sana, nunca hubiera llegado al infierno, pero el destino lo quiso así, quiso que el pequeño pensará que aquellas palabras eran normales entre las familias, que un hombre de 24 años amara a un niño de 9 era normal, por qué era amor.

- ¿Tu me amas angelito? - Pregunto el mayor apartándose del niño. Hunter no sabía que responder, si el amor era lo que suponía, si lo amaba, y lo amaba con toda su alma.

- ¡Te amo mucho Belos! - Exclamó él niño de brillante sonrisa. Oh, pobre alma fascinada, alma desafortunada, ¿Porque tú? ¿Porque Dios escojio a este pobre pequeño para su repugnante experimento?

Belos agarro el rostro del menor, pudiendo apreciar aquellos ojos magenta que tanto lo fascinaban, aquellos ojos magenta que le recordaban la vez que mato a aquella mujer de misma mirada.

Esa mirada tan inocente le daba escalofríos, pero le daba la misma necesidad de romperlo y hacerlo llorar, aquella necesidad de corromper su interior y hacerlo suplicar por piedad. Daba gracias a Dios por mandarle su tan hermoso y puro angel, solo para satisfacer los impuros deseos de lucifer.

Un beso corto aquel silencio tranquilo, un beso lleno de desesperación por parte del mayor. No sabía que hacer en ese momento, le habían dicho que cuando alguien unía sus labios con los suyos significaba que estarían unidos para siempre por el sentimiento del amor, que cupido los había echo enamorarse uno del otro, pero, ¿Este beso significaba lo mismo? Aún con duda acepto aquel acto del contrario con torpeza, fascinado por la sensación nueva."

Y si tan solo le hubieran advertido que aquel beso venenoso lo encerraría en un círculo vicioso. Fue claro que sus verdaderas intenciones fueron saliendo a la luz cada que pasaba el tiempo con el, pero no podía ver más allá de las disculpas u abrazos de la persona que tanto necesitaba.

Cupido, aquel ángel de amor, quien puede enamorar a las personas correctas y hacerlas feliz por la eternidad, aveces sus flechas quedan donde sea y no encuentran pajera perfecta, pero, ¿ Que tipo de broma cruel le estaba haciendo pasar cupido?

El aroma a comida era abundante, el menor se encontraba cocinando la cena mientras sus pensamientos bailaban por doquier, eso hizo que no se diera cuenta cuando Belos se acercó a el por detrás rodeándolo con sus brazos. - Mhm, eso luce que tiene mucha grasa, fácilmente puede hacerte engordar cariño- Hablo Belos burlonamente. - Deja la comida si? Quiero jugar un rato-

Las manos del mayor empezaron a escabullirse por el camisón del niño haciéndolo estremecer por el frío contactó - Porfavor Belos, no quiero hacerlo ahora- Suplico con la voz entre cortada. Odiaba tener relaciones con el, dolían y lo hacía sentir sucio, tuvo que soportar todas las veces que abuso de el, esos halagos morbosos lo hacían sentir incómodo.

- Siempre tienes que hacerte el difícil, pero ambos sabemos que te gusta, te gusta que meta mi polla en tu vagina, te encanta que te haga mío- Afirmó Belos desatando los listones de aquel camisón blanco mezclado con pequeñas manchas de sangre. El niño forcejeaba para poder soltarse de los brazos del hombre que una vez lo amo,pero como todos sus intentos fracaso. Belos harto de la situación agarro una botella de licor, sujeto las mejillas del menor bruscamente empezando a vertir aquel líquido que tanto odiaba.

El alcohol empezaba a derramarse de la boca del niño - Tómatelo carajo, no estoy desgastando una buena cerveza para que se derrame en el suelo- Ordenó el mayor quitando la botella de los pálidos labios del contrario.

Su garganta ardía por aquel líquido asqueroso, tenía náuseas por aver ingerido esa mierda. Belos le quitó la ropa, dejando expuesto aquel marchitado cuerpo el cual nunca se aburría de romper. Agarro el brazo del niño llevandoselo a su habitación, aventando el frágil cuerpo a la cama, posicionándose encima de este.

- No,no,no, alejate! Deja de tocarme! Porfavor, para, no quiero hacer esto! - Rogaba mientras intentaba con todas sus fuerzas alejarlo, pero lo único que logró hacer fue irritar al mayor.

¿Cómo? Cómo fue que todo se convirtió en una pesadilla? Cuando fue que los besos se volvieron vacios? Cada palabra de amor, cada caricia dulce, cada regalo, todo eso sentía que no tenía valor, por qué Belos realmente no lo amaba, amaba su cuerpo, y solo eso. Pero también era su culpa, si no lo hubiera provocado, si no hubiera sido un niño estúpido, nada de esto hubiera pasado, odiaba cada que caía en la misma trampa de siempre, siempre aceptaba el chantaje de Belos, se odiaba a sigo mismo, por qué el sé condeno a esta relación.

Sintió como las raíces de su cabello fueron tiradas con fuerza, obligándolo a levantarse de su lugar Belos lo llevo a rastras hasta la puerta principal, dónde se detuvo mirando al menor con furia.
- Si tanto quieres que me aleje de ti, te sacaré de esta maldita casa, así todos verán tu cuerpo de puta, para que vean que solo eres un pequeño idiota que le gusta revolcarse con adultos ¡¿Eso es lo quieres?! Eso es lo que quieres Hunter?!-

El menor rápidamente nego con su cabeza, las lágrimas empezaron a correr por sus mejillas, estaba abrumado por la situación, no quería que lo dejara solo, no quería que supieran lo sucio que era. - No! No quiero eso! Por favor Belos, realmente lo siento, no quería decir eso, te lo ruego, no me dejes solo de nuevo, puedes hacer lo que quieras conmigo, puedes follarme tan fuerte como quieras, puedes insultarme u golpearme, lo que quieras de mi, pero porfavor, no me dejes, no quiero irme de tu lado!- Rogó con la voz rota del llanto, su cuerpo temblaba bruscamente y su respiración empezó a acelerar.

- A si me gusta, se un buen chico y prometo que no te dejare solo, ¿De acuerdo cariño? - El menor asintió a la pregunta con miedo. La mano que sostenía sus raíces lo soltó, haciéndolo caer al suelo por sus piernas temblorosas. - Talvez esta botella nos sirva para jugar- Dijo Belos con una sonrisa de oreja a oreja, disfrutaba ver a su pequeño retoño sufrir, como el dijo, "haz lo que quieras conmigo" debería aprovechar y disfrutar esta situación.

(...)

Un grito desgarrador salió de aquella casa en la que su mirada se había quedado clavada. La expresión de la morena era terror puro, ¿Pero que carajos estaba pasando dentro de esa casa?

Lo mejor era intervenir, no podía arriesgarse a que aquella situación dentro del hogar se volviera peor, pero ese era el problema, no sabía una mierda de lo que estaba pasando. Así que se marchó, sabía que algo estaba mal, pero no podía hacer nada, no ahora.























No daré detalles de para que huso la botella belos, dejare que piensen lo peor.

Estare inactivo unos días, estoy cansado y ocupado, así que les dejo este capítulo <3

Tengan una maravillosa tarde, recuerden tomar agua y comer, sin más, se despide su buen amigo Francis 😸

⟨⟨love is like a drug⟩⟩ «ℯ𝓂𝓅ℊℴ𝓁𝒹»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora