Un llanto se hizo presente, cuando sintió algo lastimarse dentro de el, y la sangre que empezó a brotar de su parte íntima empeoraba la situación. –Cállate mierda, deja de llorar como un niñito! – Maldijo su contrario, que al ver que el menor aún lloraba golpeó con más fuerza su interior, haciendo que los sollozos aumentarán y las súplicas empezaran a ser audibles.
Era una mierda, está situación dolía como la mierda, el mayor golpeaba con fuerza su interior haciendo sentir un ardor horrible, a belos no le importaba sus súplicas, el seguía lastimando lo, disfrutaba lastimarlo y podía verlo en su mirada.
Después de que Belos terminará corriendose dentro de su interior salió de la habitación, dejandolo solo, sin importarle cuánto lo había lastimado.
Pero estaba acostumbrado a ello, siempre después de cada pelea, o después de tener relaciones el lo dejaba solo, y al cabo de un tiempo volvía como si no lo hubiera lastimando, como si toda la mierda que le había echo nunca hubiera ocurrido, como si no le importara como se encontrará.
Escucho la puerta principal cerrarse de un golpe, lo que significaba que belos había salido, tal vez a trabajar, o solo salió a un bar con sus amigos y no volvería hasta altas horas de la noche. Por alguna razón se sintió tranquilo cuando verificó que belos se había marchado, dándole la oportunidad de descansar unas horas antes de que volviera y abusara de el.
Sus pesados párpados se cerraron, y aquellos pensamientos que lo atormentaban volvieron a su cabeza, todas esas voces que siempre le recordaban lo sucio que estaba, esa voz en específico, que le recordaba lo decepcionados que estarían sus padres si supieran la mierda que pasaba cada día con el mayor.
Y entonces sintió las lágrimas correr por sus mejillas, mientras que sus manos cubrían sus oídos por un intento de que aquellas voces se callarán. Se sentía patético, se sentía tan débil cada que lloraba, sentía que no tenía razones para sentirse así, lo tenía todo, todo lo que una vez no tuvo, no tenía razones para sentirse de esa manera, solo parecía que no valoraba todo lo que le había entregado Belos.
– Hola– Escucho a alguien decir. Abrió sus ojos de golpe, miraba a su alrededor confundido, no había nadie más en la casa, entonces de dónde provenía esa voz? La imagen de aquella chica que había conocido en el parque apareció en la cabeza, haciéndolo recordar el aparato que había debajo de su cama.
– Hola?– Respondió de vuelta, forzando su voz para que esta no se quebrara al momento de hablar. El rubio cojio el walkie talkie con ambas manos, esperando a que la morena hablaba de vuelta.
- ¡ Hunter ! ¡Que feliz estoy de volver a hablar contigo! Como haz estado??- La morena hablaba con notorio entusiasmo amontonado todas sus preguntas a la vez; y esque como no estarlo si después de dos días no habían hablado em absoluto, y para ella, era agobiante haber pensado en que talvez le había parecido rara y ya no hubiera querido hablarle.
Hunter se sobresalto al escuchar aquella voz amable pero estruendosa resonar por el aparato. - Um, e-estoy bien.. - Esperaba que su voz hubiera paso de desapercibido para su amiga, pero para su suerte, no fue así.
- ¿Hunter? Estas llorando? - Se hiba a reír de él, estaba seguro de eso, luz se burlaria de él por estar llorando como un marica; cómo todas las tantas ocasiones en que belos lo habia echo. Los pensamientos de Hunter volvieron a ser audibles, este solo apretó los labios en una fina línea, para que no saliera algún otro sollozo. - Oye, si pasa algo esta bien que llores, no me burlare, solo quiero saber como esas, eres mi amigo. - la de mirada avellana se apresuro a hablar, con un tono tranquilizador esperando calmar un poco al rubio.
Las lágrimas del menor volvieron a brotar siendo incapaces de detener; ¿se preocupaba por el? ¿Eran de verdad amigos?, belos nunca le había preguntado como se sentía o como estaba, simplemente asumía sus sentimientos e ignorando las veces que Hunter intentaba expresar almenos un poco como se sentía. Así que en ese momento el débil corazón del rubio se sintió como si lo pinchasen con miles de pequeñas agujas.
- S-si es s-solo que.... - Se detuvo en seco antes de que el nombre del mayor saliera por completo de su boca. - m-me lastime hace unos días y-y aún duele- su voz se cortaba cada vez más, lo hacia sentir de una forma tan jodidamente avergonzada que la morena lo escuchara de esa forma tan patética.
-Mmmmm, estas seguro? - Cuestionó la morena, con notable duda por el cuento del rubio.
- Si -
- esta bien hun, espero te recuperes pronto, te quería invitar a mi casa a comer,¿Si quisieras venir? Mi mamá hace muy rica comida y tengo muxhas cosas que- oh, p-pero claro si te dejan y si quieres- Luz río nerviosamente al notar como empezaba a hablar con mas rapidez y entusiasmó;era algo que nunca le había gustado de ella, como se emocionaba e ilusionaba tan rápido. Esto hizo que en su escuela la tomarán como impulsiva.
El rubio se quedó en silencio varios segundos, la castaña pensó que talvez lo había agobiado con tanta palabrería de su parte. - Yo.. Voy a preguntar! Aunque mi tío es muy estricto y lo más probable esque no me deje- Eso último se lo dijo de igual forma a si mismo, para que no se ilusionara con la mínima y nula chance que belos le dijese que si . -Pero intentaré que diga que si-
- Esta bien! Cruzaré los dedos para que te deje! Si vienes, te quiero mostrar varias cosas que tengo! ¿Te gustan los super héroes? ¡ Te podría mostrar varios cómics que tengo de ellos! - Luz volvió a hacer notar aquella gran chispa de emoción en sus palabras, esto hizo que el rubio sonriera ligeramente. - Me tengo que ir hun mi mamá me llama para comer, adiós!-
Y con eso la voz de la morena desapareció, dejandolo a el solo, con el walkie talkie aún en sus manos, aunque está vez, envez de aquellos estruendosos pensamientos que siempre le hacían querer golpearse para que se callasen, ahora los reemplazaba un cálido sentimiento y su mente por fin estaba en silencio; ahora tenía una amiga.
Sorpresa Muajaja
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⟨⟨love is like a drug⟩⟩ «ℯ𝓂𝓅ℊℴ𝓁𝒹»
FanfictionLo odiaba, odiaba cada toque en su cuerpo, cada halago proveniente de el, odiaba los golpes, la violencia entre ellos, odiaba tener relaciones con el. Pero no lo podía odiar, por qué lo amaba, y sabía que en el fondo, aquella persona tan importante...