Cuando la Nieve se derrita [KatsuDeku]

Capitulo 9

Después de 50,000 años de espera regreso con este capítulo, me disculpo por perderme tanto de wattpad, solo puedo decir que trataré de estar más al pendiente de mis historias que no las quiero dejar del todo, espero que disfruten el capi, un abrazo 🤗

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Izuku se desperezó lentamente saliendo de un agradable sueño en el que había adquirido diez quilos y caminaba del brazo de un elegantísimo hombre alto de cabellos cenizos, desgraciadamente no había llegado a verle el rostro pero algo en su interior sabía perfectamente quien era.

Al abrir los ojos se dio cuenta que se había quedado dormido encima de la cama y todavía con la ropa de ayer, lo que no conseguía recordar era como había llegado a esta, sabía que tenía la costumbre de quedarse dormido en cualquier sitio y el despertar sin saber cómo había llegado allí se había hecho algo normal, incluso llegó a pensar si sería sonámbulo pero nunca había podido asegurarlo ya que había estado siempre sola en la casa.

Quizás ahora que estaba Katsuki podría preguntarle si lo había visto u oído caminar de noche por la casa.

Katsuki. Él no había vuelto para cenar, recordó entonces y antes de que pudiera darse cuenta de lo que hacía, ya estaba saltando de la cama y corriendo hacia la puerta para abrir la puerta y encontrarse la de la otra habitación abierta y la cama hecha, así como ruidos procedentes de la planta de abajo.

Izuku se deslizó entonces hacia el pasillo y bajó por las escaleras, solo para encontrarse a Katsuki sentado ante el mostrador de la cocina, disfrutando de una humeante taza de café mientras veía un programa de animación en la televisión.

-Estás aquí -se oyó decir a sí mismo con un aliviado suspiro.

El cenizo lo miró de arriba abajo y arqueó una ceja.

-¿Dónde esperabas que estuviera? -Le respondió señalándole la ventana con un
gesto de la barbilla-. Ha dejado de nevar, pero hace un frío de mil demonios ahí fuera. El siguió su mirada y frunció el ceño al recordar que hoy era la cena de
beneficencia.

-Puedo prescindir de abrir la biblioteca, realmente no creo que haya nadie que vaya -aceptó el peliverde, su mente ya empezaba a funcionar sola a aquellas horas de la mañana-. Pero no podemos faltar a la cena, necesitan voluntarios.

-Habla por ti mismo, Deku -respondió él llevándose la taza a los labios-. Yo no me presto voluntario a nada... -entonces sonrió como si hubiese recordado algo interesante-. Bueno, para algunas cosas puede que sí.

Izuku no llegó a prestar atención a la última parte de su discurso, él le había llamado por un sobrenombre, no humano, o tonto o cualquier apelativo despreciable, le había llamado por un sobrenombre, ¿Eso los hacia cercanos no?

-¿Qué? -Preguntó Katsuki con recelo al ver la mirada sorprendida que pronto pasó de ser de pura dicha por el rostro del chico.

Izuku negó con la cabeza y miró por encima del hombro del rubio hacia la parte de atrás donde la cafetera estaba encendida.

-Hiciste café -murmuró sorprendido.

Bakugou puso los ojos en blanco.

-No hay que ser un genio para encender una cafetera, hasta un Caído puede hacerlo -le respondió como si le hubiese dicho una tontería.

-Ya veo -respondió el guardándose una sonrisa-. Voy a darme una ducha y cambiarme de ropa, creo que me he quedado dormido tal cual estaba, imagínatelo, ni siquiera recuerdo como acabé en mi cama, claro que eso es normal en mí.

Katsuki no dijo nada, para él era incluso mejor que pensara que el mismo había llegado hasta su cama solo.

-Por cierto -recordó Izuku a punto de perderse en el baño-. Cuando no vayas a venir a cenar, avísame antes de largarte por la puerta, la comida sabe mejor caliente que fría.