Capitulo 11

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Advertencia: sexo explícito y palabras morbosas, Lee bajo tu propio criterio.

Dicho eso continuamos....

Izuku abrió la puerta y la empujó con la cadera, sus manos ocupadas con su mochila, el abrigo colgaba de uno de sus brazos mientras que la bufanda y los guantes ocupaban una de sus manos

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Izuku abrió la puerta y la empujó con la cadera, sus manos ocupadas con su mochila, el abrigo colgaba de uno de sus brazos mientras que la bufanda y los guantes ocupaban una de sus manos. Katsuki arrancó las llaves de la puerta y la cerró con el tacón de la bota mientras su compañero retrocedía mordiéndose los labios y echando un rápido vistazo a la habitación en penumbra.

- Creo que olvidé encender la calefacción -murmuró estremeciéndose mientras alcanzaba la llave de la luz para encenderla.

Katsuki no dijo nada, su atención estaba fija en el menor, cual cazador que acechaba a su presa, le arrancó el abrigo de los brazos con una mano además de la bufanda y uno de los guantes con la otra y los lanzó de cualquier manera sobre el colgador al lado de la puerta, el abrigo se deslizó al suelo y la bufanda quedó colgada por una de las esquinas.

Izuku jadeó ante la brusquedad, pero su temor quedó eclipsado ante el brillo de deseo que no se negaban a disimular los ojos rojos del hombre que estaba ante su presencia.

- Olvídate de la calefacción -respondió Katsuki siguiéndolo paso a paso en su retroceso hacia el salón-. En breve no la necesitaremos.

Izuku se sonrojó. La idea de acostarse con él había sido realmente fantástica hacía una
media hora, cuando él le había besado y había dejado caer la proposición que los había llevado directamente a casa entre calientes miradas y burlonas sonrisa. Ardía por él,
realmente deseaba a ese hombre como jamás había deseado a nadie y con cada mirada hambrienta que recibía de él, más hambriento se volvía el.

¡Se estaba comportando como un loco en celo!

- Al menos deja que me quite esto y me ponga algo más cómodo - sugirió Izuku sonriendo algo avergonzado-. Sé que no me veo tan bien como Denki con este traje de duende.

Katsuki le recorrió con una mirada totalmente desinhibida, comiéndoselo literalmente.

-No me importa lo que llevas puesto, si no lo que no llevas -le aseguró alzando la mirada para fijarla en sus ojos-. ¿Todavía estás dispuesto a continuar Izuku?

El se estremeció ante la forma tan sexy en la que pronunciaba su nombre, como envolviéndolo en su lengua. Como respuesta, se mordió el labio inferior y empezó a quitarse el guante que le quedaba, seguido por la mini capa que cubría sus hombros y los dejó caer en el sofá junto a el.

Katsuki sonrió ampliamente mostrando una sonrisa lobuna, predadora, un instante antes de extender la mano hacia la chimenea cubierta con una rejilla que evitaba que las brasas cayesen sobre el piso y crear una potente llamarada sobre la madera que estaba apilada haciéndola arder de inmediato.

Izuku saltó hacia atrás por el estruendo, sus ojos abiertos con sorpresa mientras miraba el fuego que lamía los troncos, alimentándose vorazmente.

- Vaya, eso puede resultar útil cuando no se tienen cerilla, ¿eh? - respondió el con una tímida sonrisita.

Cuando la Nieve se derrita [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora