Lo que oculta su silencio.

corazón en coma

A veces me pregunto si tiene sentido o sirve de algo decir lo que uno siente, y no hablo de pensamientos, porque pensar y sentir es distinto. Es otra cosa, es otro mundo. Y, casi siempre, de la mano viene el miedo. O la mayoría de las veces.
No sé, pero si tengo que ser sincera, últimamente me da miedo todo, no volver a sentir, no ser capaz de decir lo que siento y me pasa, me pasa todo el tiempo y todos los días y hasta con las cosas más mínimas. Me pregunto: "para que?" "No será mucho?", no sé si es por estos meses que no fueron muy lindo que digamos, traumas, experiencias o simplemente incertidumbre, de saber si la otra persona le importa o no lo que le vaya a decir o expresar.
Cómo me dijo Franchu: "a veces abrirse es exponernos, y quedar vulnerables" y cuánta razón tiene, no? Y que loco, porque se supone que decir lo que uno siente debería de servir para que no nos lastimen o no lo usen como un arma de doble filo, para entendernos o saber si esa persona le gustas, pero pasa todo lo contrario. Que mierda.
Y así es como se nos pasa un poco la vida, en dudas, incertidumbres, en los famosos "que pasaría si...", miedos que nos aturden y nos saturan la cabeza y el corazón, se nos van de a poco las ganas de vivir algo verdadero y ser un poco más nosotros mismos. Yo era así; vivía como lo sentía, decía lo que sentía y lo demostraba. Sin miedo a nada, ser fiel a lo que me dictaba el corazón, total que podría salir mal? Una persona completamente diferente a la que soy ahora, que está llena de miedos, dudas, desconfiada, ganas de ser todo y nada a la vez, de querer y no poder, y duele tanto perder una parte de vos que tanto amabas, ese brillo, todo en cuestiones de meses, en el momento menos esperado y sin tiempo a nada. Y da bronca, porque se podría haber evitado, o a lo mejor no, pero me podría haber perdido un poco menos. Podría haber estado un poco más preparada. Pero tenemos que aprender que a veces o casi siempre no podemos controlar todo, y que si tenía que pasar así era por algo, y ver las cosas como una transformación y no como castigo, o eso quiero creer y es el único consuelo que tengo.
Es el peor sentimiento del mundo, el miedo y todo lo que viene después de sentirlo. Diría casi un viaje de ida, solo que tardamos mucho en volver y sin ayuda no podemos. Entonces, lo único que nos queda por hacer es esperar a que alguien nos salve, que nos de una mano, un abrazo, unas palabras, algo, aunque sea un ratito. Porque, por mas que hagamos intentos y a veces nos cueste admitirlo, solos no podemos.