3:33 de la mañana.

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Son las 3:33 de la mañana, deje de estudiar porque de la nada me sentí triste, empecé a extrañar y recuerdos se me vinieron a la cabeza. Conversaciones con personas que tanto quiero y que hoy en día no sé ni cómo están. Momentos donde fui feliz y no lo supe, hasta ahora. Sensaciones que algún día me gustaría volver a sentir, y si es posible, con las mismas personas.
Que increíble como de un día para otro dejas de hacer cosas que eran parte de la rutina, personas con las que hablabas prácticamente todos los días y hoy ya no existe ni un "hola", o lugares donde ibas con personas especiales y hoy no podes ni pasar porque se te hace un nudo en la garganta de la angustia. Creo que la vida a veces nos sorprende con sus vueltas, cuando nos sacan personas o conversaciones que tan bien nos hacían y te das cuenta recién a las 3:33 de la mañana o un día gris mientras escuchas como llueve.

Que se yo, a veces pienso que es injusto, porque tenemos que sentirnos así cuando hacemos lo mejor que podemos y damos todo lo mejor de nosotros? Porque hay que sentir este vacío en el alma, cuando lo único que pedimos es que esa persona no nos suelte?

Pero sobre todo, porque hay que quedarnos con las ganas de decir "eu, te extraño muchísimo, quiero que retomemos nuestras conversaciones a la madrugada", o revivir algún recuerdo lindo, aunque sea por un día?
Si, yo también lo sé, porque para hablar o hacer algo se necesitan de dos partes. Si solo existe una, no funciona nada y las ganas van a estar ahí, en cualquier día y en cualquier horario. Solo que duele que todo tenga que ser así. Porque casi nunca y ya casi nada es mutuo.

Lo que oculta su silencio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora