No es una pesadilla

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Jotaro pensó que estaba soñando y se encontraba en una pesadilla de mal gusto que su propia mente había creado para dañar más su salud mental. Jotaro tenía frente a el a Kakyoin pero no un Kakyoin normal, tenía la mitad del cráneo caído con el cerebro de por fuera, de el brotaba sangre y había restos de moho, tenía el cabello todo enmarañado y lleno de plantas y hojas secas, por su cuerpo corrían insectos había habían manchas de sangre . Pero lo peor de todo aquello era aquello que le había quitado la vida al joven , el agujero que atravesaba su estómago, los intestinos de Kakyoin colgaban y la sangre brotaba y manchaba todo su uniforme. Kakyoin tenía una sonrisa en su cara, una linda no de terror ni nada así, la misma sonrisa con la que miraba a Jotaro aguantaba una flor en su mano extendida, una igual a la que Jotaro había dejado sobre la tumba de el esa mañana.

Jotaro tragó saliva y calló arrodillado en el suelo, agarró los pantalones de Kakyoin para probar si el tacto de su cuerpo era verdadero, de sus ojos comenzaron a salir rios de lágrimas , se encontraba inmóvil pero logró invocar a  su stand para abrazar al pelirrojo.

-Hola Jojo, hace tiempo no nos vemos, cuantos años han pasado? - dijo aquella creación de su imaginación, o no?

Aquella voz,tantos años sin oírla le hizo reaccionar,Jotaro  se paró y cargó a Kakyoin, era como si Kakyoin fuera un niño, se comportaba con inocencia y sonreia sin más, lo llevó hasta el baño y fue quitando con cuidado su ropa hasta  desnudarlo por completo,en aquel momento no le importó el hecho de tenerlo sin una pisca de ropa alante, solo le importaba el hecho de que estuviese bien. Puso a Kakyoin en la ducha y abrió la regadera, con una esponja  limpio cualquier rastro de tierra o sangre seca en aquel cuerpo pálido y frío, lavó su cabellera y quitó con  meticulosidad cada pequeña hoja o rama que se hubiera enredado en su rojizo cabello. Dejó a Kakyoin solo en la regadera para buscar una toalla al irse vió como este sumergía su cabeza en agua, demoró unos minutos en buscar pero al regresar quedó en shok al ver que Kakyoin seguia undido, y si se había ahogado?. Corrió y saco su cabeza del agua para ver que el pelirrojo se encontraba totalmente bien dándole un sentimiento de alivio pero duda a la vez. Cerró la llave de la regadera y saco cargado a Kakyoin de allí envuelto en una toalla. Lo colocó sobre su cama y le dio ropa interior mientras buscaba algo que ponerle, obviamente todo le quedaría grande por la diferencia de tamaño entre ellos dos. Viró a ver nuevamente al pelirrojo y al ver se dió cuenta que debía de cubrir sus heridas primero, agarró el botiquín de primeros auxilios y vendo cuidadosamente la parte superior de su cabeza  y su estómago, sintió despreocupación  al ver que ninguna herida sangraba. Le dió un pulover negro de gran talla y unos pantalones de dormir a cuadros. Le aguantó de los hombros y de repente lo abrazó.

-Como lestas vivo o que eres un zombi? Como llegaste aquí? - preguntó Jotaro mientras soyosaba en el hombro de su amigo.
- No se como estoy vivo o si soy un zombi pero estoy aquí y eso es bastante y lo otro,sinceramente recuerdo a todos mis amigos ,a ti y a los demás Crusaders pero no recuerdo mucho del viaje ni como morí o quien me mató pero se donde víves porque me lo dijiste cuando me fuiste a visitar- dijo el pelirrojo lo cual hizo a Kujo levantar la mirada y sonrojarse por que recordó todo lo que había dicho.
-Espera...... Lo has oído todo? -dijo para saber si Kakyoin recordaba lo que Jotaro siempre decía -En realidad solo oigo algunas cosas no se todo lo que me has dicho, desde una tumba tan profunda no se puede oir bien todo- dijo Kakyoin y miró al piso con cara de culpa. Jotaro comenzó a llorar pero esta vez de felicidad al darse cuenta que no era un sueño o menos una pesadilla, lo que estaba  viviendo en aquel momento era real. Acostó  a Kakyoin a un lado de el sobre la cama y el menor quedó rendido rápidamente, se tapó con un edredón bastante grueso pero Jotaro notaba que este temblaba de frío así que se metíó bajo este igual que el menor y le abrazó por la espalda para brindarle su propio calor. Jotaro durmió la noche entera más feliz que nunca , la primera persona que dormía a su lado era la que el más amaba en el mundo.

De entre los muertos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora