Capítulo 1

137 15 0
                                    


Ayla

Iba caminando por la carretera cuando vi a Alina gritarle a un soldado, corrí para alcanzarla y llegué a ver la mirada envenenada que le lanzó aquel soldado.

–¿Peleando a estas horas? Creí que eso era cosa de Mal-

— Bueno esto es un caso especial, estamos de camino a la sombra, no creo que sea motivo de celebración. Tiene sentido estar de mal humor– dijo Alina

–No te desmayes en medio de la carretera —dijo una voz cerca de mi oreja al tiempo que un fuerte brazo aterrizaba sobre mis hombros y me daba un apretón. Levanté la mirada para ver el familiar rostro de Mal, cuya sonrisa alcanzaba sus brillantes ojos azules mientras él se adaptaba a nuestro paso

—. Vamos chicas. Un pie enfrente del otro. Ya sabéis cómo se hace.

—Estás interfiriendo con nuestro plan.

—Ah, ¿sí?

—Sí. Desmayarnos, ser pisoteadas y acabar con horribles heridas por todas partes–agregó Alina

—Parece un plan brillante.

—Ah, pero si estoy horriblemente mutilada no podremos cruzar la Sombra.

Mal asintió lentamente.

—Ya veo. Os puedo tirar debajo de un carro, si eso ayuda. —Lo pensaré —refunfuñé, pero me estaba poniendo de mejor humor. Pese a todos mis esfuerzos, Mal seguía teniendo ese efecto en mí.

Por cierto, he quedado con Ruby está noche–nos contó Mal

Mal no nos interesan tus "batallitas"–dije poniendo comillas con mis dedos.

Pensaba que Ruby os caía bien–contestó él

Resulta que no tenemos mucho de lo que hablar —dijo Alina secamente.

En realidad Ruby si nos había caído bien, al principio. Cuando dejamos el orfanato en Keramzin para entrenar en el servicio militar de Poliznaya, a muchas chicas les emocionaba la idea de ser nuestras amigas, y Ruby siempre fue una de las más entusiastas. Esas amistades duraron hasta que nos dimos cuenta de que el único interés que ellas tenían en nosotras era nuestra cercanía con Mal.

Alina al ver a Mal tan entusiasmado puso cara de asco

—¿Qué pasa contigo? —susurró Alina con furia.

—Nada —replicó él, sorprendido—. Me siento genial.

—Pero ¿cómo puedes estar tan... animado? —¿Animado? No estoy animado. No sé a qué te refieres

—Ah, ¿no? Entonces, ¿de qué va todo esto? —preguntó ella, agitando una mano hacia él—.

Parece que vas de camino a una cena estupenda en lugar de a tu posible muerte y desmembramiento– dije.

Mal se rió.

—Os preocupáis demasiado. El Rey ha enviado un grupo entero de pirómanos Grisha para cubrir los esquifes, y también a algunos de esos espeluznantes Mortificadores. Nosotros tenemos los rifles —añadió

Prefiero morir devorada por los volcra que tener que ir acompañada de esos... –dije siendo interrumpida por un gran carruaje.

Me iba a chocar con él, ya podía sentir el dolor que iba a provocar. En el último momento sentí una mano arrastrándome lejos. Era Mal, como siempre atento a que Alina y yo estuviéramos bien.

Cuidado Ayla casi te atropellan, por cierto ¿Ese no era el carruaje del Oscuro?– me susurró Alina al oído.

Tristemente, cada día consiguen que les odie más, malditos grishas–contesté con rabia.

Vamos a cenar así te relajaras un poco–dijó Mal guíandonos hasta el comedor.


Sombra y hueso// the darklingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora