One-shots AVENGERS

Pietro Maximoff

Nunca pensé que iría a Sokovia, pero hacerlo en estas circunstancias me resulta aún más impensable.

Definitivamente fue mala idea crear a Ultrón, comprendo la razón por la que mi maestro, Tony Stark, decidió hacerlo, incluso lo ayude porque sus motivos eran reales, pero ni Bruce, ni él, ni yo, pensamos en que esto fuera a pasar.

¡Ultrón se había vuelto loco! Porque querer destruir la vida era un acto de pura locura. Me dolió mucho pesar en qué había matado a JARVIS, pero ahora que se que en realidad él está vivo, (por así decirlo) siento un gran alivio.

En este instante nos encontramos destruyendo robots controlados por el imbécil de Ultrón. Por suerte teníamos a tres nuevos aliados: visión y los gemelos Maximoff.

-¡Acabemos con esto!- Exclamó Steve mientras acababa con el último robot- Diríjase a las naves y lleven a los civiles a salvo.

Todos asentimos y nos dispusimos a hacer lo que debíamos. Junto a Legolas, como le decía mi maestro, nos dirigimos a una nave, todos parecían estar listo, a diferencia de una mujer que señalaba al frente a la vez que nos decía que su hijo estaba atrapado en unas rocas.

-Ire por él- Dijo Clint para luego correr a la dirección del niño.

A lo lejos vi a Pietro Maximoff terminar de ayudar a unos civiles, cuando su mirada se dirigió al cielo pude darme cuenta de que una nave venía a toda velocidad hacia nosotros a la vez que disparaba.

No necesitaba una super vista para saber que se trataba de Ultrón, el problema es que se dirigía a Clint quien ya tenía al niño en brazos.

Sin pensarlo comenzé a correr en su dirección, conozco a Legolas y sé que va a sacrificarse por el infante.

Dirigí mi mirada por un segundo a Pietro y allí cambio todo, Pietro iba a atravesarse entre Clint y los disparos, no iba a dejar que ninguno muriera hoy.

Antes de llegar, el platinado ya estaba al frente del vengador quien se había volteado en forma de defensa para el pequeño.

Cómo si hubiera pasado en cámara lenta vi como unos rayos atravesaron a Pietro, pero antes de que empeorará me lanze sobre el quitándolo del medio y logrando recibir alguna de las ráfagas que sin duda hubieran matado al Sokoviano.

Su rostro fue de sorpresa al verme sobre él.

-¿Qué? ¿Acaso no lo...- quería decir su típica frase, pero el dolor me lo impidió al igual que los gritos de Clint pidiendo ayuda.

Perdí la consiencia al sentir unas manos sobre mi.

No importaba lo que me pasará, si moría al menos los tres estaban a salvo, y si sobrevivía tenía que soportar la gran cantidad de regaños por parte de mi maestro y quizás del capitán.

No sé cuanto tiempo paso, pero al abrir los ojos lo primero que vi fue el blanco de las paredes de la habitación, sin duda estaba en un hospital.

-¡Despertaste!- escuché exclamar a alguien, al fijar mi vista en ella, vi que se trataba de Wanda- Pietro estará feliz.

¿Pietro? ¡Ah, cierto! Le había salvado la vida.

La sokoviana salió de la habitación sin decir nada más y al poco rato sentí una ráfaga de viento golpear en mi rostro.

-¿Estás bien?- ese acento era inconfundible.

-Si- dije con la garganta seca, lo que me provoco un ataque de tos.

Pietro tomo un vaso de agua y con un pitillo me ayudó a beber el líquido.

-Me alegra que estes viva- Dijo después de dejar el vaso en la mesita al lado de la cama de hospital- no me hubiera podido perdonar de saber que moriste por mí, gracias.

-Tranquilo- le dije- lo hice por mi propia voluntad, no tenías que sentirte culpable.

-¡Claro que sí!- exclamó- después de recuperarme me la pasé aquí sin moverme, y justo cuando lo hice despertaste.

Sonreí por eso.

-Gracias, no tenías que hacerlo ¿Cómo está Legolas?

-Preocupado.

-¿Cuánto tiempo llevo aquí?

-2 semanas, estabas en coma.

-¡¿Qué?! Mi maestro va a matarme.

Soltó una carcajada ante mis palabras.

-No creo que te maté después de desvelarse para asegurarse que estes bien.

Suspiré, quizás no me mate.

-¿Por...- hablo el velocista dudoso- ¿Por qué me salvaste? Ni siquiera me conoces y antes cause muchos problemas.

-Lo hice porque merecías vivir- mis palabras le sorprendieron- alguien que se sacrifica por otros merece vivir, además, tu también ibas a sacrificarte por Clint, y tampoco lo conoces.

-Eres lista ¿qué tal si en agradecimiento te invito a una cita?

Reí ante su propuesta, este chico si que era rápido.

-No me parece mala ide...

-¡TENEMOS QUE HABLAR, JOVENCITA!- escuché la voz de mi maestro.

-¡Si va a matarme!