Clint Barton

1.3K 108 2
                                    

Es curioso lo que "dos" copas de champán pueden hacerte y tú novio Clint estaba a punto de recordarlo.

Eran las 3:30 de la mañana cuando el celular del arquero sonó.

-¿Sucede algo, amor?- pregunto somnoliento apenas contesto tu llamada, ya que estaba dormido.

-¡Amor! Necesito un favor de tu parte- hablaste casi gritando lo que hizo que el vengador separara un poco el teléfono de su oreja.

-¿Estás borracha?

-¿Yo? ¡No!- dijiste en el mismo tono.

-Estas borracha- afirmo.

-Quizás un poco- reíste por lo bajo- ¿Podrías venir a buscarme?

-¿En dónde estás?

-Aquí abajo- respondiste- en la entrada del edificio- especificaste refiriéndote al lugar en donde se encontraba el departamento que compartían- subiría yo misma pero... Las escaleras se mueven... Y... No quiero subir al elevador.

Eso fue suficiente para espantar todo rastro de sueño que pudiera tener el rubio.

-Voy para allá- hablo rápidamente saliendo de la cama de un salto, llendo a dónde estabas.

-¡Clint!- lo llamaste feliz apenas lo viste aparecer.

Por muy loco que suene cuando estabas tomada no te acercabas ni un milímetros a un ascensor porque tuviste una mala experiencia una vez.

Tus tacones te casaron así que le pediste, casi suplicando a tu novio que te cargará de caballito. Te ponías muy mimada cuando estabas en ese estado.

-Me gusta que te diviertas- menciono Clint contigo en su espalda mientras subía los escalones- el problema comienza cuando tus amigas y tú se pasan de copas y comienzan a hacer locuras.

-Solo fueron dos copitas- comentaste abrazandote más a él- y está vez no hubo ninguna locura- mentiste, pero él no se dio cuenta.

-Nadie mejor que yo conoce tus "dos copitas"- sonrió tu novio y al instante su sonrisa desapareció al ver todas las escaleras que faltaban.

Jamás se había arrepentido tanto de vivir en un quinto piso, agregando el echo de que comenzaste a cantar como gato atropellado, lo cual le hizo pensar que el camino sería muy largo.

Después de un agotador recorrido llegaron a su departamento.

-Vamos a dormir- propuso el rubio dejándote sentada en la cama.

-¿Y que tal si hacemos algo antes de dormir?- sugeriste seductoramente, ese era otro de los efectos que el alcohol producía en ti.

-Si esto fuera en otra ocasión aceptaría con gusto- a tu novio no le gustaba aprovechar esos momentos en los que estabas ebria.

Decidiste cambiar de estrategia.

-Voy a ponerme la pijama- avisaste levantándote de la cama.

Te colocaste frente a él y comenzaste a quitar tu ropa lenta y seductoramente haciéndole una especie de  Striptease muy torpe por los grados de alcohol en tu sistema.

-Buen intento, pero no- sonrió Clint- tranquila, mañana será otro día- susurró coqueto sin que lo escucharás.

Era obvio que si lograste calentarlo, pero tú juicio nublado no te dejo percatarte de eso.

-Me rindo- dijiste sin perder la sonrisa- vamos a dormir.

El vengador beso tu frente y se dispusieron a acomodarse en la cama, tomando la misma posición de todas las noches en donde ambos se ponían de lado y Clint te abrazaba por la espalda.

-Buenas noches- te deseo con una sonrisa.

-Buenas noches.

Se quedaron callados por unos minutos en los que el arquero creyó que habías caído en los brazos de Morfeo.

-Clint- lo llamaste.

-Dime.

-Hoy casi me lleva la policía.

-¡¿QUÉ?!

One-shots AVENGERS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora