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Yeonjun se encontraba nervioso pero quieto, sentado aún mientras las personas del lugar murmuraban

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Yeonjun se encontraba nervioso pero quieto, sentado aún mientras las personas del lugar murmuraban.

— Mira que he conocido a gente hija de puta, pero estos gusanos lo son y sin descaro. — Comentó Beomgyu con enojo. — Más ese de pelito azul, apuesto que su sangre también es azul porque ese poste no tiene corazón. ¿Cómo puede faltar al funeral de su padre?

— Yo creo que no hay que juzgar sin saber sus razones. — Dijo el pelirrojo y luego alzó la mirada para encontrarse con la mirada del peliazul fija en él.

— ¿No es obvio? — Preguntó el castaño llamando la atención de su amigo — Lo único que quiere es su otra parte de la herencia. Si tiene razones para faltar al funeral del señor Jinum también debería tener para no aceptar ni un centavo suyo.

— Jisub...— Corrigió Yeonjun con cansancio y con algo de tristeza.

Beomgyu lo notó y abrazó a su amigo.

— No te pongas así de nuevo...— Soltó el castaño también con un sentimiento triste en sus palabras.

— Te traeré algo para beber. — Dijo el pelirrojo y se alejó de su amigo para acercarse hacia la cocina y del refrigerador sacaba una botella de refresco.

Y como parecía ser costumbre, las personas no dejaban de insultar a escondidas.

— Ese viejo sinvergüenza. — Oyó el pelirrojo y por segunda vez optó por ocultarse.

— No puede ser que no nos haya dejado ni un centavo. — Murmuró un joven.

— Hijo, tu tío era un hombre tacaño y malagradecido, no sé por qué vinimos. — Escuchó a una mujer.

Yeonjun, con un enojo notable en su rostro, cerró la puerta del refrigerador asustando a los otros dos.

— Yo tampoco sé por qué están aquí. — Soltó con rabia, sin dejar el contacto visual. — El abogado llamó a quienes creía conveniente y otros solo vinieron por gusto.

El joven, que más bien lucía como un adolescente, se echó unos pasos hacia atrás de su madre.

— Vinimos porque nos corresponde estar aquí, era de nuestra familia.

— Donde le correspondía estar era en su funeral, no donde nadie la llamó. — Soltó ahora el pelirrojo con más enojo.

— Bueno yo no creo nada de ese testamento, menos con todo el dinero que tienes en tus manos ahora. Jisub no pudo haberte dado toda su fortuna. — Casi murmurando dijo la mujer

— Su hijo también se llevó una buena cantidad, no enrede las cosas.

— Su hijo le tenía asco. — Soltó la mujer con rabia — Nunca lo quiso ver, es imposible. Exijo el dinero que mi primo me prometió.

𝐓𝐄𝐒𝐓𝐀𝐌𝐄𝐍𝐓𝐀𝐑𝐘 𝐋𝐎𝐕𝐄 • 「soojun」 -   en pausaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora