Drabbles [Takiya x Fafnir]

10

Ser un mago era lo mejor, desde la vista de todo el mundo eras superior a todos ellos, las criaturas del mundo te respetaban y te temian. Ser un mago era un símbolo de respeto . . .

- ¿Y Takiya donde entra?

- El es una excepción

Desde una cabaña, en el bosque, mucho humo comenzaba a salir desde la chimenea y las ventanas, sea lo que sea que estaba pasando incluía el fuego.

- Faf-kun ¿Podrías pasarme el libro que está en la mesa? - Pidió el mago.

Acompañado de aquel castaño, sentado en una de las sillas de la mesa, estaba un pelinegro el cual estaba centrado en un juego al cual no le quitaba la vista de ensima para nada del mundo.

- Faf-kun el libro - Repitió lo que le acaba de pedir está vez sonaba un poco más a orden que petición.

Al no obtener respuesta el mismo decidió dejar lo que estaba haciendo, dejo la caldera que estaba bajo el fuego, y fue por aquel libro que necesitaba.

- ¿Es interesante el juego? - Cuestionó el mago tras ver cómo a quien llamaba estaba concentrado en un rompecabezas.

- Tengo que acomodar estas piezas - Comento le pelinegro tomando dos piezas en sus manos y viendo donde entran.

- ¿Y como vas con tu juego? - Preguntó el humano tras ver qué parecía estresado.

Ante la pregunta el pelinegro no pude evitar hacer una leve mueca de asco al sentir un aroma muy fuerte pero sobre todo asqueroso, sea lo que sea ya empezaba a molestarle ese aroma.

- Tu caldero - Comento el oji-rojo.

- ¿Uh? - Confuso por lo que acababa de escuchar levanto su rostro de dónde estaba Fafnir y sintió aquel fuerte olor que unos momentos antes al oji-rojo molestaba.

Su mente proceso de dónde venía y salió corriendo a la otra habitación donde había dejado aquella caldera, de esta mucho humo comenzaba a salir y un líquido rojizo comenzaba a escurrirse por lo que inmediatamente Takiya apagó el fuego.

- Aún se siente ese aroma - Gruño molesto por tan feo olor.

- No salió bien -- Se dijo el castaño mientras tomaba el libro y lo abría - se suponía que con 5 minutos todo estaría bien ¿Por qué pasó esto?

- ¿Buscabas la pócima de la inmortalidad otra vez? - Pregunto el dragón tras ver el fracaso del contrario.

- Ya me rendí con eso Faf-kun, necesito algo fácil para los experimentos. Estaba intentando hacer una pócima para hacer a la gente más joven - Comentó el humano mientras revisaba el libro de vuelta.

- No juegues con el tiempo, es peligroso y complicado para ti - Habló el pelinegro - Sigue con las pócimas de mutación

- No me salen tampoco, pensé que si intentaba está podrían salirme más fácilmente las de mutación - Confesó Takiya.

- Eso es ridículo

- Ya lo sé, no puedo hacer nada bien - Murmuró el humano mientras comenzaba a tirar los restos de pócima fallida que habían en la caldera.

El oji-rojo solo se sentó en la mesa donde de encontraban varias cosas de Takiya y las analizo por unos momentos. Debía de haber una explicación para que fracasará tanto, o era un fracasado nato sin aptitudes para mago o sus hechizos y todas sus cosas no funcionaban.

- Has crecer esto - Ordenó el dragón mientras extendía su mano y dejaba algo en la mesa.

El oji-azul se acerco a la mesa y miro lo que Fafnir había dejado, unas semillas de una planta. Paso su mano por ensima de ellas y estás comenzaron a crecer hasta convertirse en una planta de fresas.

- ahí tienes - Comentó Takiya.

- No eres tan fracasado como creí - Hablo el dragón tomado una de las fresas y comenzando a comerla.

- Auch - murmuró fingiendo estar dolido por ese comentario - gracias por hacerme compañía Faf-kun, se sentiría deprimente estar solo

- Las fresas no crecen en esta temporada, además con tus hechizos ya no sé cuánto tiempo van a estar congeladas - Explico Fafnir mirando a su amigo.

Hace mucho tiempo el mago, en un intento de encontrar la pócima de la inmortalidad, termino congelando todas las fresas del mundo haciendo imposible que producieran sus frutos, un invierno eterno para las fresas.

- T-te prometo que buscaré una forma de desacer ese hechizo, solo dame tiempo - Comento nervioso Takiya, recordar ese tremendo error le afectaba demaciado.

- Me sobra eso - Respondió el dragón.

- Hey Faf-kun ¿Qué te parece hacer un con----

- No - Nego antes de que terminara de hablar el contrario.

- ¿Eh?!

- No firmaré un contrato con magos, menos contigo - Comentó el oji-rojo molesto, la sola idea de doblegarse ante uno de ellos le detestaba.

- Por favor Faf-kun, estoy seguro que si me prestas tus poderes y me dices algunos hechizos podre mejorar - Pidió el humano que formará ese contrato.

- Para que un dragón haga un trato contigo debe estar muy desesperado por hacer un contrato. Además no tienes nada de valor para mí y si ni te sale los hechizos de mutación no sabrías los míos - Comentó Fafnir.

- Bien, entonces ayudame con este hechizo - Pidió por lo menos el humano.

- Eres un mago, hazlo por tu cuenta. No pidas mí ayuda. A lo máximo te miraré para ver qué hace que fracacen en esos hechizos - Comento el contrario.

- Gracias, eres increíble - Agradeció el castaño con una leve sonrisa.

- Ponte a prácticas o me largo - Comentó molesto le pelinegro.

- ¡Entendido! - Exclamó el humano preparando su libro de hechizos para continuar con su práctica.

En esta extraña relación
el dragón tenía más poder
que el mago. . .