3- Nadie se puede enterar

902 97 10
                                    

Pertenecientes a organizaciones enemigas , su relación no es más que un pecado que aman cometer.
...
  Ambos estaban casados desde los 16. Obviamente Mori sabía de su relación, al igual que Fukuzawa, y tal vez Ranpo , pero las nadie lo sabía , era un secreto de grado SS.

  Lo guardaban bien desde que se hicieron legalmente esposos, pues esto podría causar el desempleo de ambos, por ineficiencia gracias a la desconfianza por parte de sus compañeros de trabajo.

  Esto era un gran problema, pues vivían juntos, aveces salían a pasear juntos, como cualquier pareja. Ellos se lo merecían.

  Todas las tardes, después de que terminaran sus trabajos, iban a la casa que compartían, alejada de los dos lugares que evitaban. Algunas veces se quedaban a dormir en habitaciones que los líderes de ambas organizaciones les habían dado.

  A diferencia de Chuuya , Dazai estaba más apegado a sus compañeros de trabajo, haciendo que alguna que otra vez, ellos tuviesen curiosidad sobre donde vivía. Pero claramente él evitaba esas preguntas, o simplemente contestaba que en un apartamento que el jefe le dió.

  Hoy era uno de los tantos días en donde Dazai era acosado por sus compañeros para que revelase la ubicación de su casa. La información dada por este no era la suficiente para poder ubicarlo.

  —¡Por favor, Dazai-san! Dígame donde es su casa, si no me lo dice... ¡Yosano me asesinará, y venderá mis órganos en el mercado negro! -Gritó , arrodillado , Nakajima Atsushi.

-Ya, ya. Mira que molestas, Atsushi-kun, déjeme tranquilo. ¿Acaso este pobre hombre no se puede lanzar al río en paz? —Dijo Dazai

  Atsushi se encontraba sosteniendo a Osamu por su chaqueta y camisa, para que no cayera al río. Le preguntaba en gritos la dirección de su casa, pues estaba siendo amenazado por la doctora de la agencia.

  —¡No lo voy a soltar hasta que me diga su dirección!

  —Ya, ya, vale, es **-***-***. Disfruta acosandome.
 
  —¡Gracias! Ya no moriré.

  Dazai fue arrojado al río, mojandolo por completo

  —¡Al menos debiste avisar, Atsushi-kun!

  Ahora solo quedaba salir de ese río, no tenía intenciones de morir hoy, solo pensaba en deshacerse de Atsushi.

  Sacudiendo un poco su cuerpo, empezó a caminar en dirección a su casa, donde esperaría a Chuuya, el cual llega por las noches.

...

  —Dazai, ¡llegué! —anuncia

  —Wah, al fin, te estaba esperando, Chibi.

  —¡No me llames así! —Le grita, enojado.

  —Ese humor me dice que no tuviste el mejor día. —Se sienta en el sofá —¿Quieres contarme lo que te pasó, Chuuya?

  —Mis subordinados fueron atrapados, cuando los fui a rescatar mataron a 7 de ellos. Cuando llegue a la mafia recibí una reprimenda del jefe, y por último, estás tú.

  —Uy, eso dolió.

  —Que bueno que te haya dolido.

  Ambos se besaron con cariño. Deseando que algún día puedan ser una pareja normal.

  Extra:

  —¡Se lo juro, Yosano-san! ¡Dazai-san me dió esta dirección!

  —¡Serás imbécil! —Lo golpea —El plan era que lo siguieras, no que le preguntaras.

  —¡¿Que iba a saber yo que me iba a engañar?!

  —¡Cualquiera lo hubiese pensado!

  —Emm... Señorito y señorita, ¿podrían no gritar en la tienda? Asustan a mis clientes —dijo amablemente el señor que atendía la tienda de ramen.

DOS ESTÚPIDOS CASADOS /SOUKOKU/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora