Las alas no te ayudarán.

|| CAPÍTULO 8 ||

                                                                                            Ayla.

Ha pasado una semana después de todo lo sucedido con mi abuela, con Mario y Liam. Una semana donde no he sabido nada de Mario, le llegan mis mensajes pero no los contesta, le llamo y me a manda buzón de voz, no entiendo porque de pronto se tomo su distancia conmigo, así que tome la decisión de ir a su casa para saber si le paso algo, porque no me contesta...

Así que voy saliendo de mi casa para ir a verlo, el camino se me hacía eterno y sentía como si fuera a pasar algo malo pero, ¿qué podría pasar? ya habíamos hablado y Mario iba a cambiar su aptitud conmigo. Así que me tranquilice y  puse música mientras llegaba. 

Por fin llegué hace mucho tiempo que no venía a su casa, hace mucho no veía a sus papás cuando antes venía con mis papás a pasar tiempo con ellos... Entraron varios recuerdos en mi mente, donde era muy feliz y ahora me duele saber que ya no será así. 

- Hola Andy hace mucho tiempo que no te veía 

- Señorita Ayla, ¿qué hace aquí? Hace mucho tiempo no la veía. 

- Vine a ver a Mario, ¿el está?

- Si, digo no.

- No entiendo, ¿si está o no?

- Señorita Ayla es mejor que venga otro día este no es un buen momento. 

- Pero, ¿qué paso Andy? Puedo saludar por lo menos al señor y a la señora.

- Ellos no se encuentran. 

Se escuchan risas que están llegando a la sala.

Era Mario con otra chica... solo sentí como mi corazón se rompió en mil pedazos ahora entendía porque el no me hablaba, porque era así conmigo. 

Ella traía el cabello enredado, traía una sudadera de Mario y la conocía bien porque yo me la ponía y el bueno para que describo como iba si era más que obvio, no podría creer lo que estaba pasando, no pude evitar llorar  y mi corazón estaba todo alborotado, sentía que me apretaba, que no podía respirar, solo me fui corriendo de ahí. Mientras sentía que me hablaban, pero no podía escuchar lo que decían alrededor. Mario me alcanzó mientras intentaba subir rápidamente al carro y yo no lo podía ver a los ojos, no quería verlo después de todo, de haberlo defendido ante Liam.

- Ayla por favor veme. 

- No quiero hacerlo Mario, déjame ir. 

- ¡NO! Necesitamos hablar.

- ¿Hablar cómo me has estado engañando? ¿qué me has estado viendo la carra de estúpida? lo siento pero paso. 

- Ayla, yo te amo...

- Si me amarás no me hubieras engañado, si me amarás jamás me hubieras alzado la mano, hubieras estado para mi cuando fallecieron mis papás.

- Ayla...

- Ayla nada, ya no quiero saber de ti, eres un completo patán y me lamento por apenas darme cuenta, por pensar que seguías siendo el mismo chico dulce con el que crecí, pero me equivoqué y créeme que no volveré a hacerlo.  Así que por favor aléjate de mi  y déjame ir. 

Mario intento besarme a la fuerza y le di una patada en su entrepierna.

- Te dije que me dejarás ir. 

- ¡Estás loca! (gritaba mientras sufría de dolor) Entérate que ella lo hace mucho mejor que tu, te engaño desde hace meses, me alegro que ya lo supieras, porque me tienes harto.