1. Ponte Comoda

89 5 4
                                    

—Vamos, por aquí, te mostrare tu habitación.—dijo la Sra. Smith cuando termino de mostrarme su hogar y el que aparentemente seria mío por unos días.

Acababa de llegar a Nueva York, no venia aquí desde hace 2 años y medio pero en realidad no sé por cuanto tiempo me quedare, bueno nunca se cuanto tiempo estaré en un lugar, nunca se sabe cuando te iras.

—Es lindo y cálido— de hecho lo era, las paredes eran de un color como el hueso mala elección para describir algo *soy daltónica lo siento* habían varios cuadros de pintura la mayoría de ellos tenían un lindo marco de madera y eran de paisajes, de algunas aves y también unos cuantos retratos, los cuales supongo que eran de la familia, en cuanto a la cama era una pequeña, bueno para una persona, había una mesa de noche en la que estaba ubicada una lampara y un reloj digital, y por cierto estaba en una de las habitaciones que tenía ventanal, una buena vista de un árbol, un eastern redbud.

—¿De quién era? —dije cuando termine de hacer mi inspección aunque  obviamente aquí había estado una chica, era exactamente el mundo de una chica, con muy buen gusto en el arte, nada sobre recargado.

—De mi hija, ella ya está mayor —dejo que se le escapara un suspiro, uno de esos, los nostálgicos. —Ya se casó y tiene unos hermosos hijos, suelen venir a vernos de vez en cuando, Jaime, es su nombre. Ryan pensó que era buena idea que se mudaron a Los Ángeles cuando nació la primera niña que fue Amy y después Susan. -respondió la Sra. Smith

—¿Y lo fue? —pregunte —¿El qué?—respondió ella mirando una fotografía que estaba en la mesa de noche —¿fue buena idea que se mudaran?—volví a preguntar esta vez formule bien la pregunta.

—Querida, no creo que cuando una persona que amas decida irse así como así, lejos de ti sea una buena idea. —respondió muy sabiamente, y lo único que hice fue razonar cada palabra que dijo.

—Iré abajo a hacer la cena, acomódate un poco y luego baja para que pruebes mis espaguetis a la boloñesa -me dijo entrecerrando la puerta para irse —apuesto a que Drew se ha de estar muriendo de hambre. — se despidió con una cálida sonrisa para así dejarme sola.

~~o~~

—¿Que tal te pareció la cena? ¿te gustaran estos espaguetis Anne?—hablo el Sr Smith.

—En realidad ¡Dios! No había comido así en varios días, quedé muy satisfecha con ella, a decir verdad me encantan los espaguetis es uno de mis platos favorito, y estar aquí me hace sentir en casa, como si estuviera con mi abuela—dije y le eche una mirada a la Sra Smith, no me había fijado muy bien en ella pero si me podría recordar a mi abuela digo aparte de ya ser una anciana pero es muy cariñosa, tiene unos ojos verdes muy hermosos y una sonrisa que demuestra confianza, en cambio el Sr Smith es lo contrario, ojos cafés algo mayor que ella, serio, pero me he dado cuenta que es muy divertido en su momento, y que se aman demasiado.

—Me alegra mucho que te hallan gustado, aunque ya escuchaste a Drew decir que solo son espaguetis con salchicha —Vio de reojo al susodicho el cual simplemente soltó una risa y le guiñó el ojo izquierdo — Y también estoy muy feliz que te sientas cómoda Anne, como en tu casa, a nosotros también nos gusta tenerte aquí —dijo ella a lo cual el Sr Smith asintió con una gran sonrisa y se levanto para aparentemente ayudar a recoger la mesa a lo cual seguí su acto para ayudarle pero lo que recibí fue una rotunda negación por parte de él diciéndome que esta vez era una noche especial y que después habría mucho que hacer.

—Muchas gracias por todo pero creo que iré a terminar de desempacar.

—Anda ve, además debes de estar muy cansada cariño deja eso para mañana, nosotros también lo estamos. Vete ya, anda ve a descansar. Mañana será un gran día. — dijo la Sra. Smith haciendo un ademán con sus manos hacia mí.

Tenía razón, mañana sería un gran día.

~~o~~

Me sentía muy mal por haberme ido tan temprano, sin avisarle a nadie pero es que siempre me ha gustado ir a caminar por la mañana y más aquí en Nueva York, la cuidad que nunca duerme. A decir verdad ya llevaba varias calles y no me había perdido recordaba bien el camino hacia casa, y como dije antes esta gente aparentemente no duerme ya eran las 5:45 am y todos andaban activos.

—¿Anne?—escuche a alguien mencionar mi nombre lo cual me hizo salir de mis pensamientos y volver al mundo real— ¿Anne, eres tu?.

—¡¿LUCY?!—dije corriendo a donde la pelinegra la cual me recibió con un gran abrazo como lo hacía usualmente.

—¿donde has estado? Aquella vez que me dijiste "hasta luego" creí que te referías a un "te veo mañana descansa" no un "te veo en dos años aproximadamente querida".

Reí por qué ella tenía mucha razón acerca de lo que acababa de decir me calme y le dije.

—Lo siento mucho, pero te lo advertí desde el principio de que no era buena en las despedidas.

—Si, lo se, y también me dijiste que nunca sabes cuando te iras, lo se, créeme que lo se.—dijo mostrando sus blancos dientes y revoleando los ojos —Pero haber, dime que tan siquiera te quedaras un buen tiempo.

—Eso espero —dije aunque no obtuve una buena expresión de su parte por lo que agregue —me quedare lo necesario para pasar un buen rato contigo.

—Me la debes, tienes que quedarte, hablando de eso sabes que es irónico, por que la que se tiene que ir ahora soy yo —dijo soltando mis manos aunque no tenía idea de en qué momento me había tomado de las manos, distraída como siempre, ah mira quien se digno a aparecer tan temprano, si buenos días para ti también conciencia

—Tengo que ir a hacerle una entrevista a una modelo para la revista —dijo con una gran sonrisa para así sacarme de mi casi/pelea/mañanera.

—¿¡Conseguiste el trabajo!?—dije reaccionado a por qué ella se iba a ir, había conseguido el empleo. Qué buena manera de comenzar el día era esta.

—Si, después de que te fuiste me avisaron que tenía lo que "ellos estaban buscando en una editorial" así que me aceptaron y déjame decirte que me va perfectamente bien hasta ahora. —dijo mi amiga con un brillo en sus ojazos

—Estoy muy feliz por ti en verdad te lo digo, y créeme que lamento tanto haberme desaparecido así como así, en realidad no suelo volver a ver a las personas que me encuentro.

—Tomare eso como un cumplido. Y no te preocupes estas perdonada.

Entre unas cuantas palabras mas intercambiamos números y nos pusimos de acuerdo en que saldríamos al rato me alegra tanto poder ver a alguien familiar, esto no me sucedía seguido, y pues me hacía sentir muy bien. Pero gracias a Dios me había topado con buenas personas.

De regreso a casa me di cuenta de que las cosas estaban empezando muy bien esta vez, también iba rezando para que
El Sr y la Sra Smith no estén pensando que me he ido de casa ¿sos o te haces? En que mundo cabe que ellos piensen que te has ido, dejaste todas tu cosas allá he aquí maleducada como siempre apareció esa vocecita de nuevo, como que aveces no la tolero, pero en otras ocaciones me ha salvado de algunas, solo esperaba que no me pusiera de mal humor y terminará arruinando mi perfecta mañana.




Hola! ❣
Mi nombre es Alondra, esta es mi primer novela, la primera vez que escribo así que espero que les guste, les pido que voten y comenten, cualquier cosa solo pregúnteme ah y por favor, sigan leyendo. 🐾🐾

UNA VEZ EN LA VIDA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora