Eran ya las 5:30 y la fiesta de cumpleaños ya había terminado y yo había utilizados mis 3 rollos en la cámara, Tom ya estaba listo para acompañarme a casa, dijo que era lo menos que podía hacer, la madre de Annalise se ofreció pagarme por lo que había hecho, yo de por sí le dije que no, insistió y me dijo que al menos pagaría la revelación de las fotos así que me di por vencida y cedí.
Platique bastante con Wendy cuando le ayudaba a repartir el pastel, le conté de mi, que no era de aquí también le hable del Sr y Sra Smith y ella me dio un gran pedazo de pastel para que se los llevara, todo eso hizo que me sintiera como cuando era una niña; otra vez.Ya llevábamos varias cuadras de camino al metro y la conversación entre Tom y yo era bien fluida, sin importar si en algún momentos nos calláramos no daba incomodidad. En este mismo instante yo estaba riendo por qué él me estaba contando cómo fue la primera vez que se emborrachó y como quedó, claro dijo que nunca más lo volvería hacer.
— Yo nunca lo he hecho y no me da ganas de hacerlo, aparte con lo que me has contado nunca lo haré.
— Siempre hay una primera vez Ann. — dijo mirándome inclinando un poco su cabeza recordándome las mismas palabras que me dijo mi mamá al despedirse de mí cuando me fui de casa. Les parecerá irónico, quería viajar por todo el mundo, pero tenía miedo, no miedo por el dinero o por qué me podría pasar algo, aún en mi lugar de origen me podría pasar algo tal vez al día siguiente me podría atropellar un auto y hasta allí llegaría mi vida, yo tenía miedo de algo distinto pero esas palabras me habían dado valor de algún modo, para algo bueno claro, mi mamá no se refría a una borrachera, y creo que Tom tampoco se refería a eso.
A esta hora el metro estaba lleno y habían muchas personas paradas tomadas de las barandillas estamos todo apretujados yo ni siquiera sabía cuáles eran mis brazos.
Ya dije que estábamos bien apretujados verdad, pues estaba bien, bien cerca de Tom demasiado para mí espacio personal a decir verdad. Como él era más alto que yo y estábamos de frente, podía sentir su aliento en parte de mi mejilla y oreja, ni siquiera me atrevía a decir palabra alguna ni mucho menos a mirarlo quién sabe con que me toparía. Pero al parecer a él no le incomodaba eso por qué me miraba de cerca como inspeccionando a una pintura en una galería de arte. No sé que tanto me veía, no era así de agraciada pero allá el.No sé ni en qué momento mi cabeza se levanto y se encontró a unos centímetros de la parte de su barbilla y sus labios. — ¿Siempre es así aquí en Nueva York? — solo pasaron 2 segundo en los que estuve mirándolo hasta que una neurona cuerda decidió encenderse y hablar.
— Si, casi solo en la madrugada está un poco vacío.— dijo levantando su cabeza mirando hacia la multitud.
En eso las puertas se abrieron y la gente empezó a salir recibí varios empujones y me tranquilice al saber que había guardado todo en mi bolso y mientras más me empujaban para salir fui a caer a los brazos de Tom, literal. Así que perdí la pena y sonreí y el me respondió igual, hizo una caricia a mi antebrazo y volvió a sonreír entonces me sonroje y me separé de el, ni siquiera podía hablar solo señale a la puerta con la mirada y me encaminé hacia allí seguida de el. No dijimos palabra hasta que llegamos a casa.— Yo sé que mis hermanas y Annalise te agradecieron por qué nos acompañaste hoy, pero aquí el que está buen agradecido soy yo. — decía mientras se podía ver una gran sonrisa en su cara y debido a esta sus ojos se achinaban un poco y yo solo curve mis labios y asentí -humildad ante todo mi querida Anne- mi pensar me hizo reír un poco — Te debo una Anne. — dijo acercándose hacia mi posicionándose sus labios en mis mejillas para depositar un cálido beso que hizo que cerrar mis ojos por un mili segundo porque luego se apartó y acuario la misma mejilla y me miro pero no pude saber que pensaba al mirarme y en esos momento desee tener telepatía y me volví a reír ni sé si por nervios o por qué sentía un zoológico dentro de mí o por mi pensar de niña.
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UNA VEZ EN LA VIDA
Ficção Adolescente"-No quiero que te vallas. Quiero ver tu mirada soñolienta por la mañana, quiero que hablemos de todo lo que pasa en el mundo, quiero ser terco contigo y discutir contigo, quiero que halla diferencias entre nosotros. Quiero tus defectos, todos ell...