Extra

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Si hace algunos años hubiesen dicho a un bonito pero inseguro omega que terminaría siendo el destinado del amor de su vida, se habría reído como nunca y habría salido corriendo sin mirar atrás, solo para ir a mirar en secreto a cierto alfa que lo traía a sus pies.

Kim Taehyung siempre fue su amor imposible, tal inalcanzable mientras salía de la escuela con sus amigos o cuando se concentraba en clases sin saber que un pequeño chico lo admiraba entre suspiros enamorados sin atreverse a acercarse más de dos metros ni decirle tan solo una palabra.

Pero..¿No es cierto que lo imposible puede hacerse posible si lo deseas con la suficiente fuerza? O si tienes un par de amigos que harían lo que fuera para verte feliz, porque si lo pensamos bien, fueron Jimin y Seokjin quienes dieron inicio a esta bella historia de amor.

Ya habían pasado seis años desde ese día en que todos los obstáculos, todas las barreras se derrumbaron y un camino de flores guió a dos almas a su encuentro, sus manos tocándose y entrelanzandose para jamás volver a soltarse.

Ambos eran jóvenes, claro que lo eran, y tenían toda una vida por delante. Pero el amor jamás faltó, las peleas tampoco, hubo muchas, algunas por tonterías y otras un poco más serias, pero tuvieron la suficiente confianza uno en el otro para arreglarlo, siempre terminando envueltos entre sábanas entre risas y dulces sonidos de placer.

Nadie era capaz de interponerse entre ellos, ni siquiera la distancia pudo, porque cuando Taehyung se fue a estudiar fotografía a Estados Unidos, Jungkook lo esperó por tres años solo viéndose en vacaciones y fechas importantes. Para cuando volvió el omega aún cursaba su último año de diseñador de interiores, y esta vez fue el alfa quien lo espero pacientemente hasta que al fin pudieron reencontrarse, esta vez sin intención alguna de volver a alejarse el uno del otro.

Ya eran profesionales hechos y derechos, con un trabajo estable y un departamento que pagaban entre ambos, y lo mas importante, estaban juntos.

Pero había algo más, algo que tenía al alfa con un ataque de nervios ese día, el día de su aniversario con su pequeño omega, el día en que daría un gran paso en su relación, pidiéndole matrimonio a su destinado.

Había estado todo un mes planeando como sería, busco un hermoso lugar con vistas de todo Seúl, lo adornó con flores y velas dando un aire romántico que sabía Jungkook amaría, incluso había creado el mismo una presentación de fotos suyas con su pareja desde el inicio de su relación, la cual proyectaría en la gran pantalla que había instalado en el lugar.

Entonces..¿Por qué estaba tan nervioso? Tal vez porque su Jungkookie había estado actuando un poco extraño últimamente, y eso le traía cierta inquietud, conocía tan bien a su omega que sabía perfectamente cuando estaba ocultando algo, pero no se atrevía a confrontarlo sin saber lo que pasaba, igual si fuese algo importante él mismo buscará el momento para decirlo.

— Alfa..

La vocecita de su bebé había traído al alfa a la realidad, volteando con lentitud y una sonrisa apoderándose de sus labios al tener, de pie frente a el, al omega que era dueño de sus pensamientos.

Diosa, es tan hermoso..

Un suspiro abandono sus labios al ver lo bonito que lucía su kookie en ese momento, con un traje rosa perfectamente entallado haciéndolo lucir su fina cintura, su lindo rostro con un maquillaje sutil y un sonrojo pintando sus mejillas al sentir la intensa mirada del mayor.

— Bebé..— murmuró él alfa acercándose al menor y tomando con delicadeza sus manitas para dejar un pequeño beso en estas— Estás precioso mi amor..

Alago con su característica sonrisa cuadrada acercándose a besar los labios de su novio, pidiendo saborear el leve sabor a fresa que estos poseian. El beso era lento y calmado, ambos suspirando, sintiendo esa calma en sus corazones al sentirlos latir en sintonía.

Fake Love [Taekook Omegaverse] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora