»ℂ𝕒𝕦𝕘𝕙𝕥 𝕀𝕟 𝔸 𝕃𝕚𝕖« [𝑴𝑰𝑵𝑪𝑯𝑨𝑵]

⚜ ᴇxᴛʀᴀ ɪɪ. ꜱᴛᴏʀʏ ᴛʜᴀᴛ ᴡᴏɴ'ᴛ ᴇɴᴅ ⚜

— ¿Qué tanto piensas?

Christopher llegó por detrás y lo abrazó, mientras él disfrutaba de su café, mirando la televisión con tres gatos echados a su alrededor, de la misma forma que él y empezaba a darle la razón al otro, de decir que esos tres eran una réplica suya.

Sin embargo, había dejado de prestarle atención a lo que veía en la televisión, para perderse en sus memorias como lo hacía comúnmente cuando el miedo invadía su mente y no era suficiente con ver un montón de dibujos animados para distraerse. Pero Chris siempre llegaba en el momento correcto para liberarlo de sus tormentos.

Y la barbilla recargada sobre su hombro, se sintió como su ancla a la realidad que tanto requería de vez en cuando.

—Ha pasado tiempo y aún no me acostumbro a pensar tanto de la forma emocional. Es un poco abrumador todavía.

—Lo sé, yo llevo viviendo esas crisis desde que nací.

Tonto. Su estúpida sonrisa coqueta no le iba a impedir hacerle una llave como en lucha libre y lo jaló hasta que cayera junto a él sobre el sofá, asustando a las tres criaturas que los veían con reproche por molestar su pacífico descanso.

Ambos estaban riendo y cuando se recargó en sus codos para no dejar todo su peso sobre Chris, admiró mejor el rostro del otro, notando que unas cuantas marcas se extendían por su rostro, como muestra de que el tiempo transcurría, aunque imperceptible, pero tan inclemente cómo solo él podía serlo.

—Ya dime qué te ocurre Minho. Te ves un poco distraído.

—Me asusta la idea de perderte. —Chris suavizó su mirada igual que todas esas veces dónde le enseñaba cualquier cosa que desconocía; y se sentía tan vulnerable en esos casos, porque era incapaz de ocultar algo del corazón de su compañero de vida. —Sé que lo he mencionado varias veces y, aunque trato de no pensar demasiado en eso, en las noches no puedo evitar sentir terror de imaginar lo que pasará cuando tú ya no estés conmigo. De verdad me asusta.

E igual que siempre, Chan lo sostuvo entre sus brazos, rodeándolo de su calidez que siempre lograba despejar su mente y hacerlo sentir en una zona segura.

Se dejó hacer por el otro, permitiendo esos toques dulces que siempre tenía para él, sobre su espalda y su cabello. Toda su mente se liberó de la neblina llena de tensión que lo invadió repentinamente, recargando su cabeza en el pecho del otro, justo en el área de su corazón; siendo su sonido, la única música que necesitaba para encontrar paz.

—Sé que es intimidante saber que en cualquier momento puedes perder a alguien que amas y dime si yo no sé sobre eso. Pero todo en la vida está destinado a desaparecer eventualmente, eso no es algo que podamos detener. Créeme, a mí también me asusta mucho, por eso he tratado de hacer que cada segundo juntos, sea un recuerdo que puedas atesorar siempre. Deja de pensar en el futuro y mejor piensa en el ahora que tenemos en la palma de nuestras manos porque es lo que importa.