Chan pudo sentir el peso de lo solo que estaba en medio de su sala, incluso si el otro par no se encontraba tan lejos de él.
Quiso ser fuerte, pero todas las cosas que descubrió, poco a poco iban fragmentando su corazón en pedazos más pequeños, que hasta le resultaba difícil respirar.
¿Su vida había sido un juego para muchos? No, ya no su vida, sino la de su tatarabuela que fue obligada a cargar una culpa solo porque quiso ayudar.
Según lo que aprendió, ella era noble, siempre ayudando a todos sin problemas. Llevaba una vida sin lastimar a nadie y vivía de su propio trabajo. ¿Entonces con qué derecho pudieron condenarla a un destino tan triste? ¿Por qué herirla de esa forma cuando lo único que hizo, fue querer no morir? ¿Era un pecado desear vivir?
¿Podía ser juzgada por ayudar a un demonio cuando él fue quien más atendió sus plegarias que el mismo cielo? No le parecía justo en lo absoluto. Era tan cruel y estaba cansado de ocultar lo mucho que le dolía pensar en todo lo que soportó esa mujer. Sentía sus lágrimas caer, permitiendo que su alma guardara duelo por ella.
Comprendía bien el porqué había actuado de esa forma y no la juzgaba por hacer de él, su medio para vengarse. No era un destino que deseara, pero lo aceptaba de cualquier manera.
El tiempo parecía transcurrir tan lento, que el torrente de pensamientos que llegaban a él, eran cada vez más abrumadores y se sentía tan vulnerable. Toda una historia llena de dolor que lo perseguía, haciendo que el futuro le pareciera un sueño tan lejano. Con heridas que jamás cerrarían y memorias dolorosas que jamás podría superar.
No había esperanza en su corazón, ya había perdido la fe. Lo único a lo que sentía que podía aferrarse; por el momento, no estaba ahí. Se sentía como un niño perdido que caminaba en una dirección desconocida, entre la oscuridad.
Y las lágrimas cayeron nuevamente porque parecían la única purificación que su alma podía tener. Eran su único consuelo para lo doloroso que se sentía pensar. El reloj continuaba su camino y la ansiedad de su corazón, crecía cada segundo más, ante la incertidumbre. Todo se sentía mal, las mentiras lo consumían y el miedo acechaba su corazón.
Sin embargo, las perturbaciones desaparecieron cuando logró escuchar unos golpes en la puerta de su departamento. Así que trató de recomponer su voz; limpiar un poco su rostro y con firmeza, preguntó quién era.
Pero no hubo contestación y con eso supo de quién se trataba.
Se levantó de su sofá mientras arreglaba su ropa lo mejor que pudo, aunque seguía usando su playera rota y su rostro, probablemente tenía un poco de barro seco todavía.
Tomó el pomo de la puerta y cuando estuvo a punto de abrir, la persona del otro lado volvió a jalarla en la dirección contraria.
— ¿Minho...?
No quería sonar desesperado, pero si no veía al otro lo antes posible, perdería la cabeza. Necesitaba verlo, saber cómo se sentía; quería tocarlo, pero sobre todo, su corazón le suplicaba que no lo dejara ir.
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»ℂ𝕒𝕦𝕘𝕙𝕥 𝕀𝕟 𝔸 𝕃𝕚𝕖« [𝑴𝑰𝑵𝑪𝑯𝑨𝑵]
Fanfic𝑼𝒏 𝒄𝒓𝒊𝒕𝒊𝒄𝒐 𝒅𝒆 𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒚 𝒆𝒍 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒃𝒂𝒊𝒍𝒂𝒓𝒊𝒏 𝒅𝒆 𝑺𝒆𝒖𝒍, 𝒄𝒓𝒖𝒛𝒂𝒏 𝒔𝒖𝒔 𝒄𝒂𝒎𝒊𝒏𝒐𝒔 𝒔𝒊𝒏 𝒔𝒂𝒃𝒆𝒓 𝒆𝒏 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒆𝒔𝒐 𝒄𝒂𝒎𝒃𝒊𝒂𝒓𝒊𝒂 𝒔𝒖𝒔 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒐𝒔. 𝑼𝒏𝒐 𝒄𝒐𝒏 𝒉𝒆𝒓𝒊𝒅𝒂𝒔 𝒅𝒆𝒍 𝒑𝒂𝒔𝒂𝒅...