»ℂ𝕒𝕦𝕘𝕙𝕥 𝕀𝕟 𝔸 𝕃𝕚𝕖« [𝑴𝑰𝑵𝑪𝑯𝑨𝑵]

⚜ ʟɪᴇ ⚜

La tormenta provocada por aquellas cuerdas del violín que vibraban en un compás perfectamente armónico al cuerpo que se mecía sin errores sobre el escenario, era sencillo de entender para los mediocres y demasiado exquisito para aquellos paladares que deseaban un manjar.

Cada firme movimiento era como si trazara un lienzo con su propio cuerpo, con cada expresión facial, marcando las sombras que se ocultaban detrás de la belleza plasmada sobre el óleo.

¿Era soberbio? Sí, por supuesto. Todos los artistas lo eran si querían explotar al máximo su potencial. Pero ese bailarín en especial, no conocía el significado de la derrota y menos de la sumisión, por más delicado que su arte pudiera mostrarse.

Arrogante como solo un experto podía serlo.

Un coqueteo incesante entre los pasos que no cedían al cansancio y los dedos de aquel que, con una maestría sin igual, lograba guiar a la siempre orgullosa sinfónica de Seúl, detrás de ese ser vestido de negro que, de vez en cuando, miraba en su dirección con un claro desafío, retándolo a expresar con palabras todo lo que estaba presenciando.

Pero estaba seguro de que estaba perdido sin siquiera aceptar el duelo.

¿Cómo podría explicar la belleza que se estaba presentando ante él? ¿Cómo podría hacerle justicia con palabras a algo que tenían que presenciar los propios ojos para poder comprenderlo y apreciarlo?

Nunca podría terminar de buscar las emociones que había en su interior, ante aquel hombre que llevaba sus movimientos desde lo más dulce de la esencia del ser humano, hasta la parte más terrible; pasando por la melancolía, ocultándose en el odio y la venganza, para después ascender en la redención.

¿Esa podría ser su parte humana, o sería el demonio que habitaba en su interior? Nadie podría estar seguro, pero de algo tenía certeza y es que nunca se habría imaginado que él sería parte de la oscuridad que ocultaba.